En 2017 veremos elecciones nacionales en países de Europa. Cabe destacar que Francia y Alemania elegirán a sus futuros jefes de Estado y de gobierno. A la luz de estas próximas campañas electorales, instamos a los candidatos a que presenten sus propuestas sobre el futuro de Europa, en particular sobre el futuro de la Zona Euro y del Espacio Schengen.
Los temas principales de las elecciones nacionales están demasiado estrechamente vinculados a la cooperación europea para que se mantenga en segundo plano.
Por ejemplo, ya no es creíble considerar la configuración de grandes políticas económicas o sociales sin abordar la cuestión de Europa.
Es inútil considerar el mantenimiento de la paz y la seguridad, o resolver los principales desafíos geopolíticos y migratorios de nuestro tiempo, sin hablar de Europa.
Del mismo modo, no es realista considerar la lucha contra el cambio climático de manera eficiente y la protección del medio ambiente sin el apoyo de una Europa unida.
Por último, pero no por ello menos importante, es inconcebible construir nuestra futura democracia sin escoger entre, por un lado, un retorno a naciones independientes similar a la década de 1930 o, por otro lado, caminar intencionadamente hacia una entidad federal europea directamente conectada con su los ciudadanos.
¡Nos atrevemos a construir Europa! O bien, abandonemos esta utopía por completo y nos vamos. Aparte de estos dos opuestos, no hay un medio sólido.
Europa es actualmente disfuncional porque es un proyecto inacabado. Pero esto no significa necesariamente que Europa esté condenada a permanecer así, ¡al contrario! Si bien los enfoques intergubernamentales utilizados hasta ahora han alcanzado sus límites, el bien potencial de una Europa federal sigue siendo enorme y en su mayoría inexplorado.
En un mundo inevitablemente globalizado, estamos presenciando una ola de populismo y la relativa impotencia de la política nacional a través de Europa. Este fenómeno está vinculado a la falta de coherencia, transparencia y perspectivas de Europa.
Ahora nos encontramos en un punto de inflexión donde debemos poner fin a esto, ya las consecuencias adversas que ha traído.
Por lo tanto, instamos a los líderes candidatos a abordar plenamente este tema durante los debates públicos previos a las elecciones.
Sus conciudadanos deben escuchar sus propuestas de futuro, ya que debemos decidir juntos qué camino seguir en relación con un aspecto central de nuestras vidas: Europa.