Coincidiendo con el Día Mundial de la Población, que se celebra el 11 de julio, la oficina estadististica de la UE, Eurostat, ha publicado datos que revelan que Europa ganó una población de 1,5 millones de personas en 2016, fundamentalmente por el aporte que supuso la inmigración, para un conjunto de población total que supera los 511 millones de personas. Alemania, Reino Unido, Suecia y España son los países que más inmigrantes absorbieron del Continente.
El aumento de población por las llegadas netas compensan las igualadas cifras de fallecimientos (5,13 millones) y de nacimientos (5,11 millones) registrados entre los residentes. Los países con mayor tasa de natalidad son Irlanda, Suecia, Reino Unido y Francia, y son los países mediterráneos, como Italia, Portugal, Grecia y España, los que registran menor número de nacimientos. Las políticas estatales de ayuda a la natalidad explican en gran medida tales divergencias.