Daba lástima. El 12 de octubre, el comisario europeo de Ampliación tenía la ingrata misión de presentar el informe anual de Bruselas sobre los nueve países que desean convertirse en miembros de la Unión: Croacia, Turquía, Islandia, Macedonia, Montenegro, Albania, Serbia, Bosnia y Kosovo. Fue una presentación un tanto surrealista. Se desarrolló como si no pasara nada grave en la UE, como si todo siguiera su curso normal.
Štefan Füle no es lo que podríamos denominar una persona animada, lo que no le impidió declarar que el futuro de Europa es positivo. ¡Vean lo eficaz que es la estrategia de la Unión! Europa plantea sus exigencias y los países que quieren convertirse en miembros de la Unión se democratizan. Štefan Füle declaró que 2011 es un buen año para la ampliación. Un optimismo de fachada, porque ni el mismo comisario creía en lo que estaba diciendo.
Islandia es la mejor preparada
La triste realidad es, en primer lugar, que varios de los países que esperan a las puertas de Europa sufren graves problemas y en segundo lugar, que la UE realmente no se encuentra en la posición idónea para ampliarse mucho más. Es cierto que han finalizado las negociaciones con Croacia y que la Comisión propone acogerla en la Unión en 2013. Štefan Füle también considera que Serbia y Montenegro han realizado progresos y que podrán continuar dando pasos en del largo camino que les llevará a la adhesión.
Pero las negociaciones con Turquía se han suspendido y el país parece tomar la dirección equivocada, al igual que ocurre con Bosnia, Albania y Kosovo. Islandia es el país que ya ha adoptado partes enteras del derecho europeo y el que parece mejor preparado. Queda por saber si los islandeses estarán dispuestos a votar a favor cuando llegue la hora de someter la adhesión a referéndum.
La Unión no puede acoger nuevos países pobres
Pero nadie ignora que la cuestión de la continuidad de la ampliación no se resume con la integración de los países candidatos. Ante todo es necesario saber cómo se encuentran los 27 miembros actuales. Si son capaces de superar sus dificultades, de salvar su cohesión. En otras palabras, ¿cómo podrá acoger la Unión a nuevos países que además son más pobres?
Štefan Füle aseguró que la ampliación proseguiría y que todo estaba "bajo control" en Bruselas. En el momento en el que el euro vacila y con él el conjunto de la Unión Europea, el comisario europeo prepara a los países candidatos con un entusiasmo inquebrantable. Una apariencia de seguridad que ante todo refuerza el sentimiento de crisis.
Visto desde Belgrado
Una elección difícil
“Bruselas lo confirma claramente: la Unión Europea o Kosovo”, titula Danas. El diario de Belgrado explica que “la fecha del inicio de las negociaciones de adhesión se determinará cuando se produzcan progresos tangibles en el diálogo [entre Serbia y su antigua provincia], pero también una ‘normalización de las relaciones con Kosovo’." Un duro golpe para las autoridades serbias, que intentaron conseguir la adhesión a la Unión Europea tratando de cuestionar la independencia de Kosovo ante la justicia internacional.
La UE pide a Belgrado que no bloquee más la participación de Kosovo en las conferencias regionales, que acepte de buen grado al tribunal del Norte de Kosovo bajo la tutela de EULEX (la misión europea de policía y de justicia), y que solucione los problemas de telecomunicaciones y de distribución eléctrica en la provincia.
En el mejor de los casos, si los Veintisiete aprueban la recomendación de la Comisión Europea, Serbia se convertiría en diciembre en candidata oficial a la adhesión.