Las cumbres semestrales entre Rusia y la Unión Europea suelen dejar la impresión de que ambos se detestan pero bailan un delicado minuet alrededor de la disputa de turno porque se necesitan. La que acaba de realizarse en Bruselas entre Dimitri Medvedev y sus anfitriones europeos, Herman van Rompuy y José Manuel Durão Barroso, no ha sido diferente.
Los intereses comunes son muchos y los valores respectivos poco menos que incompatibles. Por eso las cumbres nunca llegan a la ruptura pero tampoco a consumar la relación. Europa importa la cuarta parte de su gas y la quinta parte de su petróleo de Rusia. Y mientras el gasoducto transcaspio y otras iniciativas no acaben de cuajar, seguirá siendo así.
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Desde Chisinau
1984 en 2011
"Nos encontramos en 1984, versión 2011", reconoce el diarioTimpulenChisinau.
El refuerzo de la asociación con Rusia aislará aún más a Reino Unido de la UE. ¿Recuerdan los super-Estados ideados por George Orwell ? Gran Bretaña formaría parte de Oceanía, junto a América y Australia; Eurasia comprendería la actual UE y la antigua URSS. El bloque de los países continentales (Francia y Alemania) domina la UE, y el 'factor de equilibrio' británico está descartado.
"Nos encontramos ante un hecho innegable", subraya ahondando un poco más allá Timpul:
Alemania tiene una asociación de seguridad con Moscú, que incluye también la retirada de tropas rusas de Transnistria y un modo de suministro independiente de gas natural (el gasoducto Nordstream), mientras Francia vende técnica militar a los rusos (los buques Mistral).