Puck Meerburg presentando sus aplicaciones en 2011.

Empresarios con quince años

Son desarrolladores de aplicaciones para smartphones, comerciantes de productos biológicos o prestan servicios de apoyo escolar: un número cada vez mayor de adolescentes crea su propia empresa, con o sin la ayuda de su colegio.

Publicado en 17 enero 2012 a las 14:59
Puck Meerburg presentando sus aplicaciones en 2011.

En pleno centro de Leiden se alza un elegante edificio, la nueva sede a la que se va a trasladar Merijn Straathof. Merijn tiene casi 25 años y lleva creando sitios web desde que tenía 15.

Al principio lo hacía para los amigos. Con 16 años, pasó a ser oficialmente freelance y recibió el encargo de su primer gran cliente. "No tenía ni idea de cuánto pedirle como remuneración. Me dijo: '¿Te parece bien cincuenta euros?’ Y casi me caigo de la silla".

Sus padres, también empresarios, le apoyaron. Con 20 años, cuando creó una empresa de diseño de sitios web con cuatro socios, no todo fue fácil. Tuvo que volver a comprar las participaciones de dos de sus socios.

Ahora cuenta con innumerables proyectos en curso, entre otros el sitio web de la campaña de donación de órganos Ja of Nee [Sí o no], en colaboración con la agencia publicitaria KesselsKramer. La tarifa por hora de sus servicios se ha duplicado.

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Un ejemplo de éxito

Merijn es un ejemplo de empresario adolescente que ha sido capaz de inventar un buen producto y de superar las dificultades a las que se enfrenta una empresa. Un grupo de jóvenes, en muchos casos empresarios muy jóvenes, siguen sus pasos.

Puck Meerburg, por ejemplo, tiene la mitad de años que Merijn. Este alumno de sexto de primaria en Delft ha desarrollado aplicaciones para el iPhone que han gozado de un gran éxito. En la escuela primaria, Puck diseñó la aplicación TafelTrainer, que ayuda a memorizar las tablas de multiplicar. Según sus propias palabras, se ha descargado alrededor de 70.000 veces.

Puck también propone aplicaciones de pago, aunque de momento no suscitan un gran entusiasmo. Ha lanzado recientemente la aplicación Quizzer a un precio de 79 céntimos. "Me quedo con el 70 %, es decir, con 48 céntimos", comenta.

Formación técnica y empresarial

Puck se ha hecho bastante famoso, hasta el punto de que a mediados de noviembre le invitaron a Ámsterdam para que realizar una presentación en la conferencia sobre innovación TEDx Youth. La exposición de Puck fue de lo más natural. Con su voz aguda, sus pequeñas gafas y su pelo alborotado cautivó al público adolescente.

Acaba de pasar unos días en Estocolmo, donde también ha realizado una presentación en una conferencia internacional sobre las posibilidades digitales, el SIME. Además, ha recibido un premio al mejor diseñador web: alrededor de 20.000 euros de espacio publicitario en el diario sueco Aftonbladet. “Todo el espacio publicitario se dedicará a la ONG One Laptop per Child [Un ordenador para cada niño]”, declara Puck.

La fundación Stichting Jong Ondernemen [fundación de jóvenes empresarios], que imparte desde hace 20 años cursos de formación sobre empresa en las escuelas elementales, los colegios, los institutos y los centros de formación superior, registra cada año un crecimiento del 10 %. La fundación propone, entre otras cosas, un programa que permite a los alumnos crear su propia empresa durante un año. Si no tienen capacidad de financiación, la fundación les apoya. La fundación está presente en 400 de los 7.000 colegios de los Países Bajos.

Repartir productos orgánicos en bicicleta

Sin embargo, un estudio de 2009 de la Cámara de Comercio revela que los jóvenes empresarios se enfrentan a grandes dificultades, ya que los centros escolares no les conceden margen de maniobra suficiente para ocuparse de las empresas. Thijl Klerkx, de 17 años, que estudia primero de bachillerato, el año pasado tuvo que repetir curso por segunda vez, debido al tiempo que dedicó a gestionar su pequeña empresa. Aunque en su caso, su centro escolar demostró una cierta flexibilidad. Desde hace dos años, Thijl vende productos biológicos a particulares y empresas. Los productos van desde zumos de frutas a papel higiénico, unas mercancías que se encarga de entregar él mismo o un empleado. De momento, su actividad no le reporta gran cosa.

En cambio, la actividad de Midas Kwant es muy lucrativa. Este desarrollador de aplicaciones de 14 años tiene un gran éxito en su sector. "Soy más bien un empresario, que un técnico", afirma con seguridad. En su haber cuenta con tres aplicaciones: appwall, photowall y la que ha tenido más éxito con diferencia, Inside iOS5, una especie de manual para el último sistema operativo del iPhone y el iPad. Por esta aplicación, Midas cobra 79 céntimos de euro. "Hubo un momento en el que estuvo entre las 25 aplicaciones más descargadas y una vez incluso se situó por delante de Angry Birds".

Midas dirige su pequeña empresa, Kwant Developing, en colaboración con Yakim van Zuijlen, de 15 años, responsable del diseño gráfico. Antes, Midas, que vive en Heemstede, tenía contratados a dos chicos de su edad, pero tuvo que “dejar que se fuesen" porque no tenía la tasa de productividad necesaria. Sus resultados académicos no se han resentido por su éxito empresarial, gracias a las horas intensivas de tutorías en casa.

La propia experiencia

Alex Tess Rutten, de 17 años, cursa segundo de bachillerato y no necesita ningún apoyo. Al contrario: ella apoya a niños superdotados y les ayuda a organizarse para hacer sus deberes. Además, ofrece consejo psicológico, con la ayuda de estudiantes de psicología que trabajan para ella.

La asistencia que ofrece se basa en su propia experiencia, ya que cuenta con un coeficiente intelectual de 148. "Al principio me sorprendió que los padres me tomaran en serio al ser tan joven". Una vez en semana, recibe durante una hora en su "oficina" a un niño superdotado para hablar con él.

En la Cámara de Comercio de los Países Bajos hay inscritos más de 500 empresarios menores de 18 años. En realidad son mucho más numerosos, pero los obstáculos que deben superar les disuaden a la hora de inscribirse. Puesto que la ley considera a un menor "incapacitado", sólo puede realizar cada operación con la autorización de sus padres. Es cierto que un joven empresario puede dirigirse a un juez para que le conceda la capacitación, pero el proceso dura varias semanas.

Los bancos tampoco se lo ponen fácil a los jóvenes empresarios. Raramente apuestan por un principiante de menos de dieciocho años. Sin embargo, los clientes sí recurren a los jóvenes empresarios que tienen ideas. Según Martine van Schaik, de la Stichting Jong Ondernemen: "Es precisamente la edad idónea para explorar".

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