El 7 de diciembre, la Unión Europea decidió activar finalmente un acuerdo de libre comercio con Serbia que llevaba un año y medio bloqueado por Holanda. Este deshielo constituye un primer paso hacia la aplicación del Acuerdo de Estabilización y Asociación firmado en 2008, que constituye a su vez la antecámara de una adhesión. Sin embargo, el periódico Politika advierte que todavía hay un largo camino que recorrer antes de que el Acuerdo de Estabilización y Asociación pueda comenzar a aplicarse realmente. La condición principal, tal como recuerda el periódico, es “la plena cooperación con el Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia (TPIY) y la realización de esfuerzos destinados a la detención del general Mladic [ex-jefe militar de los Serbios de Bosnia, acusado de genocidio]”.
Politika explica a su vez que “Serbia debe resolver también el problema del estatus definitivo de Kosovo. ¿Cuál será dicho estatus definitivo? Ciertamente alguno que resulte aceptable para Serbia, y eso podría tardar años, incluso décadas. Pero es poco probable que Serbia pueda entrar en la UE antes de resolver este problema.” La situación en Bosnia-Herzegovina también pesará sobre las negociaciones. “La política de no-cooperación con las instituciones centrales de Sarajevo practicada por el primer ministro de la entidad serbia de Bosnia, Milorad Ddik, hace dudar de la influencia que Belgrado ejerce sobre él”, comenta Politika. Pero el verdadero problema es la propia estabilidad de Bosnia-Herzegovina y la ausencia de nuevas ideas de la comunidad internacional” para resolver el problema.
Los 27 divididos sobre el siguiente paso a dar
Esta falta de ideas resulta también visible en Bruselas, pues tal como observa irónicamente el periódico tanto “la carismática personalidad del nuevo presidente de la Unión” como “la rica experiencia diplomática de la nueva ministra de Asuntos Exteriores” indican claramente que quienes los han nombrado no tenían intención de introducir grandes cambios en la cuestión de la ampliación. Los grandes países de la UE están cansados de ampliaciones, y por el momento no hay signos de que se trate de una fatiga pasajera.” Sin embargo, tal como asegura el periódico Danas, Serbia ha realizado grandes progresos. El Parlamento es cada vez más eficaz, la reforma de la justicia ya no es sólo letra muerta, la independencia de las instituciones aumenta constantemente y comienza a perfilarse un consenso político sobre la necesidad de una adhesión a la UE.”
Por último, los Veintisiete están divididos en cuanto al ritmo que debe seguir el proceso. “Holanda, Alemania y tal vez Francia y Gran Bretaña estiman que Serbia no debería plantear su candidatura antes de la decisión del Consejo de ministros sobre la ratificación del Acuerdo de Estabilización y Asociación, y en todo caso no antes de junio de 2010”, precisa el periódico, “a menos que Ratko Mladic sea detenido antes. Por otro lado, Italia, España y Grecia sostienen que existen razones para esperar y que Belgrado debería tomar el mismo tren que Montenegro y Albania, cuyas candidaturas han llegado también a Bruselas.” En este contexto, estima Politika, “Serbia debería concentrarse más bien en la integración económica para lograr que su economía sea más competitiva, atraer inversores y favorecer el crecimiento”. El acuerdo de libre comercio ofrece justamente esa posibilidad. “Los ciudadanos serbios serán sin duda sus máximos beneficiarios”, estima el periódico Blic, que pone el acento en el relajamiento progresivo del régimen aduanero. “Los primeros sectores donde se notará el descenso de los precios serán el agroalimentario, el textil, la industria de la madera y del mueble. El acuerdo de libre comercio también activará la competencia entre las empresas serbias, lo que conllevará una bajada de los precios. También abre la puerta a las inversiones extranjeras y promueve las exportaciones.”
Vecindad
Saltan chispas entre Belgrado y Sofía
Las autoridades serbias no les ha gustado en absoluto la posición expresada por Bulgaria ante el Tribunal Internacional de Justicia (TIJ) de la Haya, que debe decidir sobre la "legalidad" de la declaración de independencia de Kosovo del 17 de febrero de 2008. "El derecho internacional no prohíbe tal declaración de independencia", ha estimado Sofía. Este gesto se inscribe dentro de la "tradición búlgara de dar una puñalada por la espalda a los serbios en los momentos difíciles", destaca el diario búlgaro Sega. También señala que "Sofía y Belgrado han estado enfrentadas los dos últimos siglos", haciendo referencia a las dos grandes guerras mundiales, así como al conflicto balcánico entre los dos países. ¿Podrá disolverse este contencioso en la Unión Europea? Sega estima que Belgrado no oculta sus ambiciones de ser una "especie de líder regional", unas ambiciones truncadas por la adhesión de Bulgaria a la UE a comienzos de 2007.