Bruselas vota por la estabilidad

La víspera de las elecciones legislativas y presidenciales, la UE no apoya oficialmente a ningún partido. Pero ante unos adversarios menos eurófilos, el presidente saliente, Boris Tadić, parece seguir siendo el mejor socio posible.

Publicado en 4 mayo 2012 a las 14:06

"Son los ciudadanos serbios los que deben elegir a los dirigentes que les convengan". Es la respuesta de Bruselas ante la pregunta de qué interlocutor sería preferible en Belgrado tras las elecciones presidenciales, legislativas y locales que tendrán lugar el 6 de mayo en Serbia. Pero en privado, se desea la victoria del presidente saliente, Boris Tadić, y de la coalición formada alrededor de su Partido Demócrata, aunque el asunto de la adhesión a la UE no haya dominado por primera vez la campaña electoral. Las cosas eran muy distintas hace cuatro años.

En 2008, la UE apoyaba a Tadić. Eso sucedía cuatro meses tras la proclamación de la independencia de Kosovo. Antes de esas elecciones, la Unión Europea había iniciado el diálogo sobre la liberalización del régimen de visados que desembocó, en 2009, en la supresión de visados para los serbios que viajaran en el espacio Schengen. Al mismo tiempo, había entrado en vigor el Acuerdo temporal sobre la estabilización y la adhesión. Por entonces, la UE temía que Serbia pudiera volver “a los tiempos macabros del nacionalismo” en caso de una victoria de los “nacionalistas”, lo que explicaba su apoyo a las “fuerzas que garantizan el futuro europeo de Serbia”.

La luz verde que se dio recientemente a la candidatura de Serbia a la adhesión a la UE puede interpretarse también como un apoyo a Tadić en las elecciones del 6 de mayo. “Tadić nos ha decepcionado un poco. Pero para nosotros sigue siendo la mejor opción. No sabemos qué ocurrirá con el diálogo entre serbios y kosovares en caso de que lleguen al poder los nacionalistas”, nos confiesa un alto funcionario europeo que desea mantenerse en el anonimato.

Resulta muy interesante constatar que en esta ocasión, nadie considera a Tomislav Nikolić (jefe del Partido Progresista Serbio, igualado con el Partido Demócrata en las elecciones legislativas) como una “amenaza” para el futuro europeo de Serbia. Nos preocupan más las tergiversaciones de Ivica Dačić, líder del Partido Socialista, excolaborador de Slobodan Milošević, si bien resultó ser muy cooperador como ministro del Interior, durante las negociaciones sobre la supresión de los visados. Nikolić se ha desplazado a Bruselas en varias ocasiones para entrevistarse con Stefan Füle, comisario europeo de Ampliación. Nikolić también ha enviado hasta allí a sus colaboradores con el fin de mejorar su imagen.

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Si bien sus gestiones tuvieron bastante éxito, la UE sigue inclinándose más bien por Tadić. No obstante, le preocupa menos el antiguo brazo derecho de Šešelj [líder nacionalista acusado de crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra por el Tribunal Penal Internacional para la exYugoslavia y que espera el juicio en La Haya] (Nikolić fue su adjunto en el Partido Radical antes de escindirse para fundar el Partido Progresista Serbio) o Dačić, el brazo derecho de Milošević, que Vojislav Koštunica al que ayudó a ganar las elecciones de 2000 y a expulsar a Milošević del poder. Desde el punto de vista de Bruselas, Koštunica sigue siendo el único “euroescéptico” en Serbia.

Visto desde Belgrado

Una campaña irreal

Con Una Serbia que sufre también los efectos de la crisis económica, los candidatos a las elecciones legislativas y presidenciales del 6 de mayo no han abordado la cuestión de la austeridad aplicada a la población y no dibujan ningún escenario, lamenta Danas. El diario indica que:

Se promete todo, bellas cosas, montañas, aviones, camiones, millones. La realidad está totalmente ausente de la campaña, y nuestra clase política cree que no se ganan las elecciones aludiendo a estas cuestiones, ¡qué horror! ¿Quién tendrá la valentía de decir a los electores que habrá que habrá que hacer frente a siete años de apreturas y de que ya no es tiempo para bromas?

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