Grecia y el sistema financiero español, con la esperpéntica nacionalización de Bankia como clave de bóveda, son los nuevos hombres lobo a los que invoca Europa para asustar a los niños. Lo que parecía imposible no solo es ya imaginable, sino que un coro cada vez más vociferante lo considera deseable: Europa nunca ha estado tan cerca de una ruptura por abajo (Grecia) o del rescate de uno de los grandes países (las ayudas a España para la banca).
Ambas opciones son delicadísimas. El más elemental principio de prudencia obligaría a evitarlas. Por miedo: tendrían potenciales efectos contagio devastadores. Y porque hay margen: Europa puede levantar el pie del freno de la austeridad; el Banco Central Europeo (BCE) tiene una enorme capacidad de maniobra; España no está todavía en zona de intervención (paga el 6,4% por su deuda a 10 años cuando los rescates se activaron por encima del 8%). “Hay todavía un camino, cada vez más estrecho, para tratar de sortear la situación en Grecia y en la banca española si hay voluntad política”, apuntan fuentes europeas.
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Cumbre de la UE
El “Bloque Latino” quiere dirigir la UE
El llamado “Bloque Latino” ha puesto patas arriba a la eurozona, escribe The Daily Telegraph, con los líderes de Francia, Italia y España- apoyados por las potencias mundiales- buscando un “cambio radical en la estrategia económica de Europa” en la crucial cumbre de hoy de la UE. El paquete de medidas incluye demandas para una activación completa del Banco Central Europeo como prestamista de último recurso, e igualmente la puesta en marcha de eurobonos para financiar una fuerte inversión en infraestructuras, lo que Berlín ha rechazado hasta el momento. El diario londinense subraya que
Aunque las maniobras se llevan a cabo en lenguaje puramente diplomático, el propósito claro del presidente francés François Hollande, del primer ministro italiano Mario Monti, y del presidente español Mariano Rajoy, es arrancarle a Alemania el control de la maquinaria gubernamental de la UE.