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El autoconsumo de electricidad es todavía una utopía en el panorama eléctrico español, como ha puesto de manifiesto el reciente apagón de Cataluña. Hasta los productores domésticos de energías renovables "al caer la red quedaron paralizados", ya que "el actual modelo impide estar al margen de la red", tal y como señala Antonio Cerrillo en el diarioLa Vanguardia. Incluso el que fuera el primer productor doméstico de electricidad fotovoltaica quedó a oscuras en su masía de Llinars del Vallés. Sucesos como este "ejemplifican los efectos del actual modelo energético centralizado, que desaprovecha las posibilidades de autoconsumo de los pequeños focos de producción de electricidad o microgeneración distribuidos en el territorio". La energía limpia producida en los hogares es entregada a la red eléctrica (a cambio de una prima), a la cual los productores han de comprar la electricidad que después consumen. La iniciativa de la Asociación de la Industria Fotovoltaica(Asif) considera que "la posibilidad de producir electricidad fotovoltaica en casa en las zonas urbanas para autoconsumo está más cercana", pero lo cierto es que "las compañías eléctricas no quieren que si falla la red, tu continúes conectado", como señala dice Josep Puig, profesor de energía de la UAB. Por su lado, José Enrique Vázquez, presidente del Grupo de Gestores Energéticos considera que "es absurdo que la legislación no prevea el autoconsumo. Pero esto se debe a la normativa, ya que es un problema técnicamente resuelto". Pese a las actuales dificultades, La Vanguardia estima que "la exigencia ciudadana en este sentido irá creciendo; entre otras razones porque producir electricidad en casa es tecnológicamente posible".
