"Breve pero fuerte": así resume La Libre Belgiqueel Consejo Europeo del 17 de junioy su menú. "¿La entrada de Estonia en la zona euro el 1 de enero de 2011? Aprobada. ¿El inicio de las negociaciones con Islandia sobre su adhesión? Aprobado. ¿Los objetivos marcados para la estrategia de la UE 2020? Todos de acuerdo. ¿La publicación de los resultados de las pruebas de resistencia ["stress test"] de los bancos europeos el próximo julio? Validada. ¿Sanciones europeas a Irán más severas que las impuestas por Naciones Unidas? Adelante con ellas".
A continuación, llega lo que La Libre califica de "plato fuerte": "escarmentados por las consecuencias en cadena de la crisis griega", los Veintisiete "han adoptado los primeros elementos de lo que a largo plazo constituirá el ’gobierno económico’ de la zona euro", explica Libération. "Serán los jefes de Estado y de gobierno los que coordinarán las políticas económicas y presupuestarias, y no la Comisión", señala el diario parisino. Éste lamenta de pasada que "al hacer del Consejo Europeo el principio y el fin de la coordinación de las políticas económicas, los Estados en realidad no se comprometen a gran cosa, ya que las decisiones se toman por unanimidad y su aplicación seguirá dependiendo de sólo de ellos. Es todo lo contrario al método comunitario (decisiones por mayoría y obligaciones) que sin embargo ha demostrado su eficacia". "En resumen", concluye Libération, "los pasos que han dado los Veintisiete llegan sin duda demasiado tarde y sobre todo no van muy lejos".
La UE no ha salvado a los ciudadanos, sino a los bancos
La prensa europea en general critica con dureza la medida central de la cumbre: el nuevo impuesto que los Veintisiete piensan imponer a los bancos en los países que han tenido que ayudar a sus instituciones de crédito. Empezando por Hospodářské Noviny: "No introduciremos el impuesto bancario", proclama el diario checo, resumiendo la posición de Praga y recordando que los Estados miembros podrán decidir si lo imponen o no. Evenimentul Zilei calificael impuesto rotundamente de "populista e ineficaz", ya que en opinión del diario rumano, "los bancos transferirán el coste al cliente". Y prosigue diciendo que "La UE no puede aceptar que un impuesto tenga efectos nefastos en la población, que es lo que ocurrirá de forma masiva en Rumanía y Hungría". Por ello, no hay "ninguna posibilidad de aplicar este impuesto".
Por su parte, La Stampa también opina que "la propuesta caerá en el olvido de la política populista, o bien se diluirá lo suficiente como para no tener ningún efecto". El diario de Turín reprocha además a los dirigentes europeos por haber señalado con esta medida "chivos expiatorios fáciles por sus actuaciones irresponsables y sobre todo, por su incapacidad de regular estos mismos mercados financieros a los que protegen y favorecen cada vez que tienen la oportunidad, en lugar de enfrentarse a ellos". De hecho, apunta el diario, "la política europea no ha salvado a los ciudadanos griegos ni a los españoles, sino más bien a los bancos, que han ampliado generosos planes de financiación a los gobiernos griegos y españoles de manera irresponsable. De este modo, la política europea ha protegido a los bancos que no han sabido cumplir con su obligación y ahora quiere gravarlos. Hablamos de un rescate universal, de aplicar un impuesto a los comportamientos responsables para financiar los que no lo son".
Una prueba de resistencia para toda la Unión
Evenimentul Zilei señala que los ministros de Finanzas del G20 hace poco renunciaron a la adopción de este mismo impuesto a escala mundial, ya que la crisis no ha afectado a Japón, India y Brasil. Die Zeit opina al respectoque durante la próxima reunión del G20 el próximo 26 y 27 de junio, en Toronto (Canadá), "los líderes europeos no llegarán a imponerse. Pero se presentarán unidos y con ello recuperarán dos aspectos que parecían perdidos desde hacía tiempo: el respecto y la credibilidad. Y esto refuerza la confianza en el proyecto europeo y en el euro". El semanario alemán es además uno de los pocos que califica de buena noticia la decisión de adelantar "la introducción de un impuesto sobre las transacciones financieras". Sobre todo porque, en opinión de Die Zeit, tal y como ha afirmado el presidente del Consejo Herman Van Rompuy, "todo el mundo persigue el mismo fin", lo que quiere decir que en Toronto, los Veintisiete seguirán su camino. Y "ni siquiera Estados Unidos impedirá a la UE que aplique el impuesto".
Asimismo, este Consejo ha sido el último de la presidencia de turno de España, a propósito de la cual, El Mundo retoma la expresiónque ha marcado la cumbre, calificándola de "planetaria y agotadora" y de "prueba de resistencia" para el jefe del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, "y para toda la Unión". Otra publicación que se alegra de que la cumbre haya contribuido a que una presidencia a medias tintas recupere algo de lustre es el diario El País, que por su parte estimaque "aunque habrá que estar atentos al detalle de cómo se desarrollan estos acuerdos de principio" que se han adoptado en Bruselas, "el solo hecho de haberlos alcanzado acredita una significativa recuperación del pulso y la voluntad de una UE que en los últimos meses ha exhibido demasiada desorientación, descoordinación y ausencia de rumbo".