El barrio de Balat.

Estambul, víctima del "pelotazo" inmobiliario

La metrópolis turca, este año capital europea de la cultura, podría perder en breve su título de patrimonio mundial de la UNESCO. Se cuestiona por ello la política de destrucción de la ciudad antigua que han llevado a cabo una serie de promotores, con el apoyo de las autoridades locales.

Publicado en 27 julio 2010 a las 14:06

Estambul, qué gran ciudad. Y qué mal gestionada también. Al menos es lo que opina el arquitecto Korhan Gümüs: "Unas veces gana las elecciones un partido y otras veces, otro. Pero Estambul pierde siempre. Es lo que viene ocurriendo desde el nacimiento de la república". En realidad, la situación puede que se remonte incluso a mucho antes en el tiempo. Al más mínimo golpe de excavadora, resurgen los vestigios de Roma o de Bizancio: aquí se asientan 2.500 años de historia, olvidados y enterrados unos tras otros.

La ciudad de los sultanes otomanos no debería correr la misma suerte. Puesto que los turcos querían preservar la herencia de sus ancestros, la UNESCO inscribió la ciudad antigua en el patrimonio cultural mundial en 1985. En esta lengua de tierra, situada entre el mar de Mármara y el Cuerno de Oro, se alzan al ponerse el sol las siluetas de la Mezquita Azul y de Santa Sofía en medio de una multitud de gaviotas, que siguen imponiendo a más de uno. La buena noticia es que no están amenazadas ni las gaviotas ni los minaretes.

Pero el resto sí. La ciudad antigua podría perder su estatus de patrimonio cultural mundial por estar clasificada como patrimonio en peligro. Son muchas las personas que están de acuerdo en silencio y que opinan que ocupará el lugar que debe. Pero para los ediles de la ciudad, se trata de un golpe estrepitoso, un escándalo, aunque se enorgullecen del título de capital europea de la cultura 2010 [con Pesc, en Hungría y región del Ruhr en Alemania].

Engaño y sabotaje

Para entender lo que ha ocurrido, hay que dar un paseo por los barrios de Fener y Balat. Ahí es donde se encuentra la sede del patriarcado griego ortodoxo y donde vivían antiguamente los armenios, los judíos y los búlgaros. Estos barrios repletos de encanto albergan aún innumerables casas tradicionales de madera. Por ello, la UNESCO lanzó un programa de protección del barrio. Pero bajo los auspicios del ayuntamiento de Fatih [que engloba los dos barrios], nada se produjo según lo previsto por la organización de protección del patrimonio.

Recibe lo mejor del periodismo europeo en tu correo electrónico todos los jueves

Mientras que la UNESCO ofrecía sus fondos y su experiencia, el municipio no tuvo el más mínimo gesto de buena voluntad, sino todo lo contrario, e hizo todo lo posible para sabotear esta iniciativa. "Insinuaban a los habitantes que se trataba de un proyecto secreto del patriarcado griego", explica el abogado Aysegül Kaya. "Decían que el patriarca de Constantinopla había obtenido el apoyo de la UNESCO para erigir un segundo Vaticano, un Estado religioso independiente".

¿Absurdo? Sí, pero este Estado tiene la costumbre de avivar la llama de la paranoia entre sus conciudadanos. Los representantes de la UNESCO que llegaron para ofrecer su dinero y sus servicios a los felices propietarios del barrio se encontraron con las puertas cerradas. Luego, dentro del ayuntamiento, el partido AKP fue el que se ocupó del asunto. Los habitantes, amenazados de embargo, tuvieron que ceder sus casas a un precio miserable a intermediarios. Hoy, las autoridades llevan a cabo su programa de "restauración" a golpe de excavadoras. Las casas destruidas se reconstruyen "en estilo otomano". Kaya, el abogado, ha vivido aquí durante varios años. "Dicen que las viviendas antiguas no cumplen las normas antisísmicas. Es totalmente absurdo. Sólo dejan las fachadas. El barrio se ha convertido en un gran proyecto inmobiliario. Ya han desaparecido cientos de casas. Toda la zona que se encuentra dentro de las murallas es víctima del nepotismo y de la especulación".

El reino de la corrupción

Para Korhan Gümüs, el ayuntamiento está convirtiendo un barrio vivo en un Disneyworld otomano. Al no poder controlar el proyecto de la UNESCO, ha preferido arrasarlo. "Habría sido un proyecto piloto. Un modelo de transparencia y de cooperación con los habitantes del barrio. El éxito de esta iniciativa habría tenido un gran impacto positivo más allá de los límites del barrio. Habría demostrado que era el fin de la política 'a la turca'. Por eso también el plan debía fracasar". ¿Política ‘a la turca’? "El Estado renuncia al conocimiento de los expertos, a la inteligencia de la sociedad. Gestiona todo de modo tecnocrático. En lugar de recurrir a arquitectos o a restauradores, se dirige a empresas de construcción. El resultado está ahí: corrupción e injusticia. Las autoridades representan los intereses de los poderosos, de las empresas".

Algunos, como el escritor Murat Belge, sospechan que el poder ha logrado lo que quería: carta blanca para llenarse los bolsillos y defender una visión de la modernidad resultante del pensamiento occidental de los años 60 y 70. Pero también sopla un viento de pánico en la parte del gobierno: el temor a la humillación. "Entre bastidores, Turquía ejerce grandes presiones en la UNESCO", declara Korhan Gümüs. Sin embargo, el arquitecto sigue siendo optimista. Es cierto que ha perdido muchas batallas. Pero "cada derrota nos demuestra un poco más que también podemos ganar". Es admirable la indulgencia de Estambul. Mientras, las excavadoras prosiguen su actividad.

Tags
¿Te ha gustado este artículo? Nos alegra mucho. Se encuentra disponible para todos nuestros lectores, ya que consideramos que el derecho a la información libre e independiente es esencial para la democracia. No obstante, este derecho no está garantizado para siempre, y la independencia tiene su precio. Necesitamos tu apoyo para seguir publicando nuestras noticias independientes y multilingües para todos los europeos. ¡Descubre nuestras ofertas de suscripción y sus ventajas exclusivas y hazte miembro de nuestra comunidad desde ahora!

¿Eres un medio de comunicación, una empresa o una organización? Consulta nuestros servicios editoriales y de traducción multilingüe.

Apoya el periodismo europeo independiente

La democracia europea necesita prensa independiente. Voxeurop te necesita a ti. ¡Únete a nosotros!

Sobre el mismo tema