“Ahí, ¿lo ves?, ahí es donde quieren hacer el agujero”. Lazaros Toskas apunta con el dedo hacia la cima de la montaña. En medio de bosques de robles, hayas y pinares surgirá el open pit —como han aprendido a llamarlo los vecinos—, la gran excavación que una empresa minera, Hellas Gold, planea para extraer el tesoro que se esconde en las tripas del monte Kakavos, en Skouries. Desde hace milenios se conoce la riqueza de este rincón de Calcídica, en el norte de Grecia: cobre, plata, plomo, zinc y, sobre todo, oro, que ha cuadruplicado su valor en los últimos 10 años. Solo en Skouries, las reservas se estiman en 3,6 millones de onzas, más de 100 toneladas. Pero donde algunos ven negocios y oportunidad de trabajo en una tierra cercada por el desempleo, otros temen la destrucción de un ecosistema en favor de un desarrollismo, empujado por la crisis económica, del que no se fían.
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