Hacerse polaco está de moda

Cuando la gente piensa en Polonia, a menudo tiene la imagen de un país de inmigrantes: basta con preguntar a británicos, irlandeses o alemanes. Aún así, cada vez más extranjeros procedentes de Europa central y oriental o del sudeste asiático o de África están solicitando la nacionalidad polaca. El diario de Varsovia Rzeczpospolita nos explica por qué.

Publicado en 12 febrero 2013 a las 16:38

Cuando Germán Efromovich, un multimillonario sudamericano y propietario de la compañía aérea Avianca, quiso comprar TAP, la principal aerolínea de Portugal, se encontró con un problema aparentemente insalvable: según la ley de la UE, un inversor que no sea de la UE únicamente puede adquirir el 49 por ciento de las acciones de una aerolínea europea. Posteriormente, durante una conferencia de prensa en Lisboa contaba a los sorprendidos periodistas lo siguiente: “He solicitado la nacionalidad polaca. Tengo derecho a obtenerla, porque mis padres eran polacos”. Y efectivamente, Efromovich recibió su pasaporte polaco no mucho después, el 5 de diciembre de 2012.

El empresario nacido en Bolivia afirma sentirse orgulloso de sus raíces polacas. Nació en La Paz, en el seno de una familia de judíos polacos que se marcharon de Polonia poco después del final de la Segunda Guerra Mundial. Hasta ahora, la nacionalidad polaca no le ha servido de mucho, ya que el Gobierno portugués canceló el acuerdo sobre TAP, exponiendo que Efromovich no había presentado suficientes garantías financieras.

Lo que no cambia el hecho de que los polacos ahora tengan un compatriota más. Y ya ha revolucionado la lista de los polacos más ricos, en la que se sitúa en el quinto puesto, con una fortuna de unos 875 millones de euros.

Jugar con el águila blanca en el pecho

El jugador de voleibol Yuri Gladir, que lleva cuatro años en el equipo de Zaksy Kedzierzyn-Kozle, en Silesia, puede que no sea tan rico como Efromovich, pero sin duda le gana en el ámbito deportivo. Gladir, que nació en Poltava, Ucrania, vive en Polonia con su mujer Marina y su hija Daria, nacida en Polonia. Acaba de obtener el pasaporte polaco. Ahora, su sueño es jugar en el equipo nacional: “Jugar con el águila blanca en el pecho es el sueño de todo jugador de voleibol, porque el equipo polaco se encuentra entre los mejores del mundo”, explica Gladir.

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Pero se ha dado mucha más publicidad a los polacos por elección en el entorno del fútbol. Los nombres famosos aportan esplendor a los equipos de la liga y salvan al equipo de la selección nacional. “Me gusta Polonia y su gente. Me gustaría ser ciudadano de un país en el que he vivido tantos momentos bonitos”, declaraba Roger Guerreiro, un jugador de Legia Warszawa [el club de la capital], nacido en Brasil. Con su proceso de solicitud de la nacionalidad no tuvo ningún obstáculo, ya que el equipo nacional necesitaba urgentemente un centrocampista.

Desde el año pasado, se puede obtener la nacionalidad polaca con más rapidez y sencillez mediante un proceso provincial. También la puede conceder discrecionalmente el presidente de Polonia y de hecho, Bronislaw Komorowski concedió el año pasado la nacionalidad a 2.500 extranjeros. Pero la mayoría de solicitudes siguen presentándose a la administración provincial: la provincia central de Mazovia recibió alrededor de 500 el año pasado, mientras que en 2008 fueron sólo 107. Antes de la adhesión de Polonia a la UE en 2004, estas solicitudes eran escasas.

El atractivo de Polonia

Entonces, ¿por qué hay cada vez más extranjeros interesados en convertirse en ciudadanos polacos? Se trata de una cuestión pragmática. Según el nigeriano de nacimiento Henry Mmereole, que regenta tres farmacias en Varsovia, los extranjeros se asientan en Polonia porque el país se está desarrollando rápidamente y las personas con talento y dinamismo pueden ascender rápidamente en la escala social. Sin duda aquí se puede lograr más que en los países cuya jerarquía social está establecida desde hace tiempo. El clima es el principal inconveniente, pero uno acaba acostumbrándose, como comenta con optimismo Mmereole.

Sin embargo, cada vez con más frecuencia influye un aspecto que va más allá de las consideraciones económicas y familiares y que se podría resumir así: Polonia es un país agradable y atractivo en el que vivir. "El ambiente, la amabilidad. Hace poco, mis tíos de Grecia estuvieron paseando por la Ruta Real de Varsovia y se quedaron maravillados al ver la plaza. Polonia debería promocionarse a través de su cultura; destaca en teatro y en deportes. Estos aspectos son los que hacen famosos a los países en el mundo", afirma el multi-instrumentalista Milo Kurtis, cofundador de la banda de culto Maanam, actualmente miembro de Drum Freaks y que hace poco ha solicitado la nacionalidad polaca.

Kurtis, que nació en 1951 en Zgorzelec, en la frontera polaco-alemana, en una familia de refugiados griegos (alrededor de 15.000 griegos se establecieron en Polonia a finales de los años cuarenta y principios de los cincuenta), decidió que, puesto que pensaba como un polaco y pretendía pasar el resto de su vida aquí, le convendría solicitar la nacionalidad porque sería honesto y práctico. En la década de los ochenta, a Kurtis le ofrecieron la nacionalidad alemana, pero la rechazó después de que su suegro le dijera: “Tú decides. Pero en la familia no admitiremos a un alemán”.

El Vietnam de Europa

Mientras, sin que se les haya dado ninguna publicidad, un gran número de extranjeros ha llegado a Polonia en busca de formación o de una vida mejor. Pero sólo un pequeño porcentaje de ellos solicitarán un pasaporte polaco. Unas cuantas miles de solicitudes al año no es mucho, dado que se estima que el número de inmigrantes, legales o no, en Polonia asciende a entre medio millón y un millón de personas. Pero en realidad, la afluencia de inmigrantes no ha hecho sino empezar.

Muchos vietnamitas eligen Polonia como destino. "Muchos de los padres de nuestra generación estudiaron aquí en la década de los sesenta y los setenta, hablan polaco y transmiten una imagen un tanto idealizada de Polonia, como la tierra que mana leche y miel",comenta Karol Hoang, presidente de la agencia inmobiliaria Asean Development y propietario de una agencia de modelos con sede en Varsovia. Su abuelo fue diplomático en Varsovia.

Puede que haya entre 40.000 y 50.000 inmigrantes vietnamitas en Polonia, pero no son ellos, sino los ucranianos, los que constituyen el grupo más numeroso. Además de en los trabajos agrarios y de jardinería, se han especializado en la construcción, así como en el cuidado de niños y personas mayores. También suelen trabajar en supermercados.

"Los ucranianos suelen trabajar una temporada, ganar algo de dinero y volver a su país. Los chinos, si los negocios no les van bien o les afecta la crisis, hacen las maletas y se van a otro lugar. Pero los vietnamitas llegan para quedarse. Aquí echamos raíces, planeamos lo que haremos en diez o veinte años, pensando en el futuro de nuestros hijos, en si recibirán una buena educación, si obtendrán un buen trabajo en un banco o en una empresa", explica Hoang, cuya mujer es polaca y él mismo se siente medio polaco. Acaba de sellar su relación de 20 años con Polonia solicitando la nacionalidad.

Primer diputado negro

Los jóvenes vietnamitas se adaptan rápidamente y a menudo se consideran polacos. De hecho, la primera generación de inmigrantes se queja de que el proceso se ha vuelto demasiado rápido, de que los jóvenes no cultivan lo suficiente su relación con su país de origen étnico. Pero la cuestión de la identidad es algo mucho más profundo. Los asiáticos no tienen los ojos azules y el pelo rubio; les gustaría ser polacos, pero no siempre les aceptan como tales.

Aún así, Polonia ha avanzado mucho desde finales de los noventa, cuando los ultras de fútbol le tiraban plátanos al delantero polaco Emmanuel Olisadebe, nacido en Nigeria. En 2010, John Abraham Godson, que también nació en Nigeria, se convirtió en el primer miembro negro del Parlamento en la historia de Polonia. Todo comenzó cuando un misionero rumano le habló sobre un país lejano. Ahora, Godson afirma que se siente de Lodz y que allí es donde quiere pasar su vida y ser enterrado.

¿En qué momento un inmigrante desarrolla una identidad principalmente polaca? Está claro que no es cuando recibe el pasaporte polaco. Okil Khamidov, director de la popular serie de televisión, "Swiat wedlug Kiepskich", y tayiko de nacimiento, comenta bromeando que en su caso fue cuando empezó a quejarse por todo sin motivo. “Vaya, eso significa que soy polaco”, pensó.

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