[Seumas Milne compara en The Guardian](http:// http://www.guardian.co.uk/commentisfree/2010/oct/20/bullingdon-boys-want-to-finish-what-thatcher-began) la “batería de recortes” anunciados el 20 de octubre por el gobierno liberal-conservador con “una especie de golpe político”, una “salvajada” que “no sólo constituye el programa más profundo de recortes del gasto público desde la década de 1920”: también revela que “la coalición liderada por los tories está usando la crisis económica no sólo para hacerse con el poder en el Estado, sino para reordenar la sociedad”. “Se trata de una terapia de choque para Gran Bretaña”, añade Milne, “la culminación del proyecto conservador de desmantelar el núcleo del Estado del bienestar –o, en palabras de Osborne, de “reformar” los servicios públicos- puesto en marcha hace más de 30 años”.
[Johann Hari también evoca el espíritu de la Dama de Hierro en The Independent,](http:// http://www.independent.co.uk/opinion/commentators/johann-hari/johann-hari-a-colder-crueller-country-ndash-for-no-gain-2112069.html)donde escribe que “Margaret Thatcher está postrada por la enfermedad en un hospital privado de Belgravia, pero sus hijos políticos han llevado su programa político mucho más lejos y con más firmeza de lo que ella habría soñado nunca”. [El Canciller del Exchequer] “George Osborne ha apostado el futuro de todos a una teoría económica extrema que ha fallado siempre y en todos los lugares donde se ha ensayado”, añade.
Además, acusa a David Cameron y George Osborne de haber ignorado las advertencias de iluminados premios Nobel como Paul Krugman y Joseph Stiglitz, críticos de su estrategia, y de haberse “negado a aprender del país que han señalado como modelo para hacer frente a la recesión”. “En lugar de eso, han obedecido ciegamente a los preceptos ideológicos que aprendieron de Thatcher desde la cuna: recorta el Estado y haz que los pobres paguen más que nadie.”
Sin creación de empleo estamos estancados
En el extremo opuesto, [Camilla Cavendish sostiene en The Times](http:// http://www.thetimes.co.uk/tto/opinion/columnists/camillacavendish/article2775582.ece) que “la fiesta ha terminado. ¡Y vaya fiesta! Ebrios de generosidad, las clases pensantes pasaron por alto el creciente resentimiento de los contribuyentes, que veían cómo sus impuestos municipales, su seguro nacional y su licencia de televisión crecían en la misma proporción que lo hacía la incompetencia. Los políticos eran valorados en función de cuánto gastaban, cuántas nuevas leyes creaban, sin importar lo costosas o contraproducentes que fueran. ¿Cómo deberíamos juzgar a un gobierno que se propone gastar menos? El mayor reto del señor Osborne consiste en devolver a Gran Bretaña a la senda del crecimiento.
“A falta de crecimiento, será inevitable imponer nuevos recortes o un aumento de impuestos”. Pero “sin creación de empleo”, escribe Cavendish, “estamos estancados”. El sector privado “deberá saltar como un león para cumplir las previsiones del Canciller. Necesitaremos algo más que energía verde, la cual posee además un potencial de creación de trabajo limitado: necesitaremos el sector en el que somos más fuertes, esto es, los servicios financieros”, sugiere.