Hasta los confines de la izquierda resuena un llamamiento a aplicar "una mayor dosis de Suiza". Es algo nuevo y original. El origen de esta nueva admiración berlino-bruselense por la Confederación Helvética se encuentra en el referéndum suizo sobre la "iniciativa Minder", una iniciativa popular contra las remuneraciones abusivas cuyo instigador se llama Thomas Minder, jefe de una empresa familiar suiza y sin etiqueta política.
No vamos a juzgar aquí el fondo de esta última iniciativa popular hasta la fecha: en la medida en que permite a los accionistas decidir directamente la remuneración de sus dirigentes, se trata de una medida de rectificación pertinente para restablecer el vínculo entre la propiedad y el control [dentro de la empresa].
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