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Rumanía debería prepararse para vivir en una Europa en la que la OTANya no podrá garantizar su seguridad. El eje París-Berlín-Moscú no nos deja más que una opción: Estados Unidos. ¡Buenos días y bienvenidos al siglo XIX! A partir de hoy, el primer día de la cumbre "histórica" de la OTAN en Lisboa, nos encontramos en otra realidad y otra época geopolítica. La cumbre es "histórica", pero por otras razones distintas a las mencionadas por las autoridades de la OTAN y los dirigentes políticos.
No se trata de la inauguración de una nueva Alianza, más eficaz, más ágil, como la descrita en los documentos promocionales del evento, sino del reconocimiento oficial del fallecimiento de "Occidente" como concepto estratégico y militar, y de la transformación de la OTAN en un club político entre la UE y Rusia, con la participación extraordinaria de Estados Unidos.
Afganistán, punto de inflexión
En cierto sentido, era inevitable. La desaparición de la Unión Soviética, el enemigo de la Guerra Fría, ha hecho que la OTAN sea víctima de su propio éxito. Las guerras de los Balcanes revelaron la debilidad militar de Europa y la guerra en Afganistán ha hecho crecer el abismo entre Estados Unidos y sus aliados europeos.
La impotencia de estos últimos para contribuir de forma significativa a la victoria contra los talibanes y posteriormente a la estabilización del país, o el hecho de que algunos aliados se hayan mostrado incapaces de participar en la batalla, mientras otros sufrían la mayor parte de las pérdidas, han contribuido al desmembramiento de la Alianza.
Algunos comentaristas consideran una ironía de la historia que la OTAN muera en el mismo lugar que la Unión Soviética: en Afganistán. Aunque Irak ya supuso el primer momento real de crisis en Occidente.
Una nueva etapa junto a Rusia
Y también está el "problema" de Rusia. La llegada al Kremlin de Vladimir Putin y su equipo de antiguas autoridades del KGB acabó con los escasos progresos en materia de democracia y de Estado de derecho realizados en la época de Yeltsin. A pesar de todo, los países occidentales hicieron oídos sordos a los abusos y al cierre de la sociedad rusa a cambio del acceso al gas y a las materias primas a buen precio.
El resultado se tradujo en una rotura aún más profunda entre los Aliados que se reunieron en la cumbre de Bucarest [en 2008], en la que Angela Merkel y Nicolas Sarkozy defendieron a capa y espada el statu quo y rechazaron el Plan de Acción para la Adhesión (MAP) de Ucrania y Georgia, reconociendo así implícitamente el derecho de veto de Moscú en los asuntos de la OTAN. De ahí que, unos meses más tarde, Georgia fuera invadida y se volviera a la política de las esferas de influencia del siglo XIX, la del "concierto europeo" ahogado en la masacre de la Primera Guerra Mundial.
Mañana se hará oficial este nuevo orden, mediante la invitación realizada a Rusia para unirse al escudo antimisiles. En un reciente estudio publicado por el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores se habla ya de una nueva arquitectura de seguridad europea realizada en el contexto de un diálogo trilateral entre la UE, Rusia y Turquía. La OTAN no está en la ecuación.
Merkel ha hecho promesas sin consultar a sus socios
Pero la UE no significa realmente la Europa de los Veintisiete. Merkel ha hecho una serie de promesas a Medvedev sobre la política europea sin consultar a sus socios y es significativo el hecho de que el presidente ruso declinara en un principio la invitación a Lisboa que realizó el secretario general de la OTAN, para luego aceptar la de la pareja Sarkozy-Merkel.
Está claro que los estadounidenses no van a desaparecer de la región, porque deben defender sus intereses en Oriente Próximo y ocuparse del escudo antimisiles. Aunque la administración Obama haya hecho borrón y cuenta nueva con el pasado y la Casa Blanca esté dispuesta a conceder a Rusia la presunción de inocencia, el refuerzo de la alianza con Estados Unidos sigue siendo la mejor opción de seguridad ante el eje París-Berlín-Moscú.
Sería una ironía de la historia ver que después de librarnos de las tropas rusas en la época comunista, los militares rusos volvieran al territorio rumano como "consejeros" para la instalación del escudo antimisiles al que les han invitado a participar.
Cooperación
La defensa europea sigue quedando relegada
En la cumbre de la OTAN que se celebra en Lisboa los días 19 y 20 de noviembre, "Barack Obama se presenta como mediador en el conflicto entre Merkel y Sarkozy", anuncia i. El diario portugués explica que la disuasión nuclear es un punto de desacuerdo entre los dos dirigentes, ya que "Alemania piensa que la OTAN debe dar ejemplo en materia de desarme, mientras que Francia estima que lo nuclear es esencial para el futuro de Europa". Este punto de discordia es uno de los que podría debilitar la idea de la defensa europea. Ya que "desde la cumbre franco-británica en Londres a la cumbre atlántica en Lisboa, en quince días la política de defensa francesa parece dejar a un lado cualquier ambición europea", escribe en Le Monde el profesor de ciencias políticas Louis Gautier. Con el acuerdo de cooperación militar firmado con Londres el 2 de noviembre, París "da la espalda a la Europa de la defensa". "Ante las dificultades recurrentes de la financiación de sus ejércitos, Francia y Reino Unido prefieren acercarse con la esperanza, un tanto vana, de prolongar su liderazgo militar en Europa". Pero su acuerdo "se ha ideado en contra del espíritu europeo" ya que "aleja a Francia de Alemania, nuestro socio (también en materia de armamento), ahora que este país inicia una reforma profunda en su sistema de defensa", se lamenta el investigador, haciendo referencia al proyecto alemán de instaurar el ejército profesional.
