El periodista Andreu Misséseñala en un artículo en El Paísque la situación económica actual “deja en evidencia las carencias de la Carta Magna europea” coincidiendo con el primer aniversario de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa. La crisis de la deuda griega puso de manifiesto que el Tratado nació anticuado, y es que “después de una década de aparentes éxitos hemos descubierto con espanto que Europa carecía de instrumentos suficientes para defender su moneda”.
Con este análisis coincide Marco Incerti, investigador del Centre For European Policy Studies (CEPS), al señalar que "no podemos seguir con la situación actual en la que carecemos de instrumentos para resolver asuntos urgentes". La creación de un Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad “no ha logrado mejorar la visibilidad de la presencia europea en el extranjero, precisamente en una coyuntura de gran auge de los países emergentes”. Por otro lado, el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, no ha conseguido “concertar acuerdos en los momentos más tensos de la crisis”. En este contexto, Missé considera que los únicos que tienen algún motivo para celebrar el primer cumpleaños del Tratado de Lisboa son los eurodiputados.
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Catherine Ashton no encuentra su sitio
“Un año de Ashton: ¿tanto para esto?”, se pregunta sin rodeos Le Soir en el aniversario de la entrada en vigor del Tratado de Lisboa. Para el diario belga “Se ha dicho mucho sobre el antiguo primer ministro belga (Herman Van Rompuy), de reconocida eficacia, pero cuya discreción puede parecer problemática. Por el contrario, resulta difícil oír el menor halagosobre la británica. En el mejor de los casos, algunos dicen que aún es pronto...”.
El rotativo recuerda, en concreto, las circunstancias en las que se produjo su nombramiento: “una sucesión increíble de acontecimientos poco gloriosos, de índole política tras su despegue del entorno de Tony Blair…”. “Un año después —constata el diario con amargura— cuesta trabajo descifrar su labor en el mapamundi”.
“El único vencedorclaro de la aplicación de las nuevas instrucciones de uso de la Unión ha sido el Parlamento Europeo—observa Le Soir, para el que—, el debate se ha animado y politizado y nuestros delegados se han afanado en demostrar su nueva influencia en numerosas cuestiones: el respeto de la vida privada (Swift), la regulación financiera, el Servicio Europeo de Acción Exterior, y, recientemente, el presupuesto para 2011 y la futura financiación”.