Julian Assange ha conocido el nuevo dispositivo europeo de lucha contra la criminalidad, que ahora es más eficaz. Acusado de agresión sexual en Suecia, fue detenido en Gran Bretaña el 7 de diciembre. Su extradición a Estocolmo para enfrentarse a la justicia probablemente sea cuestión de tiempo.
Los particulares ahora lo tienen difícil para escapar a la justicia. Muchos sostienen además que la lucha contra el crimen es el objeto mismo de la Unión Europea. Pero esta idea se basa en un malentendido. Cuando se eliminaron los controles fronterizos en Europa, aumentó la libertad de circulación para todo el mundo, incluidos los criminales. El refuerzo de la lucha contra la criminalidad es ante todo la consecuencia lógica, y no el objetivo, de la integración europea.
De cualquier modo, esta lucha es indispensable. Es necesario intensificar la colaboración, sobre todo para poner fin al tráfico de mujeres y menores. Pero no olvidemos que se trata del ejercicio del poder en su forma más directa. Por ello, los ciudadanos también deben poder hacer valer sus derechos. En este sentido aún queda mucho por hacer. Por ejemplo, el único fin de la orden de detención europeaes permitir, en el menor tiempo posible, que se envíe a la persona buscada ante la justicia de otro país de la UE. En ninguna parte se mencionan los derechos de la persona.
Este dispositivo se basa en la confianza de los países europeos en los sistemas judiciales de sus vecinos. Por ejemplo, se ha dejado a un lado el proyecto de la "doble incriminación", según el cual un delito podría ser castigado al mismo tiempo en el país que extradita al sospechoso y en el que se le juzga. Este asunto marca el inicio de una etapa importante. Por ello deberían también establecerse normas simples en materia de derechos de la persona: ya no se trataría únicamente de interpretar el derecho, sino también, por ejemplo, de proporcionar asistencia jurídica.
A Julian Assange no le falta apoyo jurídico. Pero todos los ciudadanos deberían tener la garantía de poder ser defendidos en una Unión Europea cada vez más unida en la lucha contra la criminalidad.