Mientras unos se lamentaban y otros se alegraban, la Comisión Europea reaccionaba con una sencilla frase al proyecto de Reino Unido de construir nuevas centrales nucleares: la matriz energética es competencia exclusiva de los Estados miembros. Es algo estipulado en los tratados europeos. Los Estados son libres de obtener su electricidad de la fisión nuclear, del gas y del carbón o de la energía eólica y los paneles solares. En su función de vigilante de los tratados, la Comisión no tiene voz en este asunto. De todos modos, la noticia no sorprendió a nadie en Bruselas. Al fin y al cabo, los británicos llevaban mucho tiempo dando a entender que contaban con volver a la energía nuclear para luchar contra el calentamiento climático. El debate está cerrado.
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