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Hoy, la Unión Europea ya no se percibe como un solucionador de problemas sino como la causa de su crisis. Para muchos la UE parece insuficientemente transparente y demasiado lejos de los ciudadanos. Sin embargo, el proceso de toma de decisiones no sólo es más abierto que la media- que cualquier sistema nacional, sino que también proporciona oportunidades para tener más posibilidades de participación. Cuando los políticos nacionales pretenden gobernarnos desde las capitales - aun cuando algunas decisiones clave se toman en Bruselas -, los ciudadanos no ven por qué o cómo deberían implicarse con la maquinaria institucional de la UE.
El conocimiento de la UE es modesto: 63% de los ciudadanos de la UE tienen poco o ningún conocimiento de sus derechos y legislación de la UE, y como máximo exponente de ello es el bajo número de votos en las elecciones europeas, la ciudadanía activa sigue siendo limitada. El mundo empresarial por el contrario parece más consciente y cuidadoso con la UE. Entre los múltiples canales de participación de la UE se estima que hay 30.000 lobbistas de las empresas que operan en Bruselas y domina el proceso de decisiones políticas de la UE.
Mientras que las ONG han sido incluidas gradualmente en la formulación de políticas de la UE, por lo general están faltas de personal y, debido a su orientación paneuropea, tienen grandes dificultades para conectar con los ciudadanos. En resumen, están mal equipadas para representar eficazmente los intereses de 500 millones de ciudadanos europeos en asuntos como como los derechos del consumidor, la justicia climática o la igualdad de género. Como resultado, una brecha preocupante está emergiendo en los derechos ciudadanos. El poder político está cada vez más desigualmente distribuido: los ciudadanos y las ONG hablan con un susurro que se pierde en los oídos de gobiernos faltos de atención, mientras que unos pocos poderosos hablan el idioma que fácilmente entienden los políticos.
La cuestión clave es ¿podemos hacer algo los ciudadanos para cambiar esta dinámica?
Grupos de presión ciudadana
Gracias a la revolución de la información, la tecnología y la emergencia de la "ética del hágalo usted mismo",los grupos de presión ya no son una prerrogativa de los grupos bien financiados con muchos miembros y conexiones políticas, sino algo que cualquiera puede hacer. Como remedio a las frustraciones de la democracia representativa, los grupos de presión funcionan y pueden funcionar para todos. Los grupos de presión ciudadana podrían referirse tanto a acciones individuales, como escribir a tus funcionarios o publicar una provocativa entrada de blog en línea, o acciones colaborativas como cuando voluntarios cualificados, abogados, académicos u otros profesionales ayudan a una ONG que trabaja para el interés público. Se llame voluntariado sin ánimo de lucho o basado en habilidades, la idea de que los estudiantes, académicos y profesionales (jóvenes o no) pueden utilizar sus conjuntos de habilidades de forma voluntaria está ganando impulso.
Voluntariado basado en habilidades
En todo el mundo, periodistas, diseñadores gráficos, especialistas en comunicación, contables, estudiantes de negocios y muchos, muchos más (incluyendo carpinteros, fontaneros y demás oficios) están dedicando una parte de su tiempo (sin costo) a las organizaciones no lucrativas a trabajar para ayudaren causas sociales significativas. El voluntariado puede venir en la forma de realizar un plan de negocio, la redacción de un comunicado de prensa o ejecutar una campaña de medios sociales. La clave es canalizar las habilidades y talentos de los individuos hacia las causas en las que creen.
En los EE.UU. el movimiento voluntario basado en las habilidades está en pleno desarrollo, iniciado por organizaciones como la Fundación Taproot(poniendo el talento empresarial a disposición de las organizaciones no lucrativas que trabajan para mejorar la sociedad). En Europa, el movimiento es más irregular pero está ganando impulso rápidamente. Mientras que los jóvenes carecen de capacidad para producir un impacto mundial, el logro de la educación y el desarrollo de las habilidades ya no es un privilegio de los más privilegiados de la sociedad.
Actualmente en la UE, en el grupo de edad de 30 a 34, el 30% de los hombres y el 40% de las mujeres tienen educación terciaria. En algunos Estados miembros, estos datos superan el 50% y el 60% incluso. Esto no tiene en cuenta a las personas que accedan a la educación especializada (es decir, la educación profesional y aplicada). La mayoría de los ciudadanos europeos posee actualmente valiosas habilidades en ámbito social y económico de un tipo u otro.
Por los citoyens pour la citoyens
Esa sigue siendo la conexión que se realizará es vincular explícitamente el voluntariado basado en habilidades para la democracia de la UE. Para hacer esa conexión, que recientemente estableció el buen vestíbulo, una plataforma que permite a cualquier persona, sea un estudiante Ellos, académico, abogado o profesional demás, para prestar asistencia a ONG que promueven los principales problemas sociales. El buen Vestíbulo tiene la intención de liberar el potencial de cada uno de nosotros contribuer a una representación más equitativa de los intereses en el proceso de políticas.
No se trata de "bueno" frente lobby "malo". Se trata de citoyens Incluyendo en las decisiones más importantes que afectan sus vidas, por lo amargo que todos puedan sentarse alrededor de la mesa y un decir-tener.
A medida que llevar a todos los actores tesis juntos esperamos pionera de una innovadora forma de democracia de la UE.
By the citizens for the citizens
The connection that remains to be made is explicitly linking skill-based volunteering to EU democracy. To make that connection, we recently established The Good Lobby, a platform enabling anyone, be they a student, academic, lawyer or other professional, to provide assistance to NGOs advocating for important social issues. The Good Lobby intends to unleash the potential in each of us to contribute to a more equal representation of interests in the policy process.
This is not about “good” vs. “bad” lobbying. It is about including citizens into the most important decisions affecting their lives, making sure that everyone can sit around the table and have a say.
As we bring all these actors together we hope to pioneer an innovative form of EU democracy.
Students
Fellowships with the Good Lobby
The Good Lobby is building a growing network of professionals across different disciplines like lawyers, communication strategists and IT consultants to support civil society organisations active in the EU policy field in need of professional services. Non-profit organisations lacking economic means and/or expertise receive pro bono or low bono integrated legal advice, communications strategy plans and research. The Good Lobby is interested in hiring students (especially LLM graduates) seeking post-graduate fellowship opportunities (in particular former interns at EU institutions, EU NGOs, lobbying firms and Brussels-based law firms). Students interested in a post-graduate fellowship at The Good Lobby should submit a letter of interest and resume via email to Alberto Alemanno and Lamin Khadar.
