Tres generaciones de una familia rumana. Foto de J. Lawton.

El Estado del Bienestar para (casi) todos

En 2008, casi uno de cada dos rumanos recibió ayudas sociales. Se trata de holgadas pensiones de jubilación o de largas vacaciones de maternidad, el Estado cuida generosamente a sus ciudadanos. El único pero es que los parados en nada se benefician del sistema, al contrario que los más ricos.

Publicado en 16 julio 2009 a las 15:41
Tres generaciones de una familia rumana. Foto de J. Lawton.

"Los nostálgicos afirman que, en la época de Ceausescu, los rumanos no necesitaban ayudas sociales. Los jubilados eran ricos y jamás se había oído hablar de subsidios de desempleo, ya que no había paro". A esto hay que añadir que la mendicidad estaba castigada por las leyes o que los jóvenes recibían un empleo y las llaves de un apartamento cuando finalizaban sus estudios. Los jubilados se iban de vacaciones con billetes especiales, algo que hoy por desgracia sólo se consigue haciendo cola día y noche ante las oficinas de la administración. A las "madres heroínas" con un gran número de hijos, también se las agasajaba y recibían indemnizaciones especiales y medallas.Tras la caída del Telón de Acero, Rumanía se convirtió en un país paradójico desde el punto de vista de la ayuda acordada.

Receptores de ayudas sociales de 1.000 euros

A pesar de la espectacular reducción del número de pobres (de 8 millones de personas en 2000 a 1,5 millones hoy, según UNICEF) ha aumentado el número de receptores de ayudas sociales. En 2008, al menos 11 de los 21 millones de rumanos recibieron ayudas por parte del Estado. "Esta generosidad puede deberse al comportamiento político populista, que determina el despilfarro de dinero", declaró el presidente Traian Basescu. Esto es así porque en Rumanía las ayudas no sólo se conceden a las categorías desfavorecidas de la población, como los jubilados, los menores, los parados y las minorías, sino también a los ricos.

El Estado es generoso con los titulares de los permisos de maternidad y paternidad. Rumanía, un país mucho más pobre en comparación con las grandes potencias europeas, se permite conceder permisos de maternidad de 24 meses o bien de 36 meses (en el caso de un niño discapacitado), pagados con el 85 % de los ingresos medios anuales de los padres, sin sobrepasar 1.000 euros al mes. En comparación, Francia paga un permiso de sólo 16 meses por un valor de indemnización igual a los ingresos obtenidos en los últimos 12 meses. En Suecia, las madres disponen de un permiso pagado de 16 meses, remunerado con el 80 % del salario. Una "ley de las madres" que no siempre ha sido tan generosa pero que se ha mejorado durante la campaña electoral de 2008.

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En lo que respecta a la asistencia social a los menores, el Estado rumano les concede ayudas para adquirir ordenadores y las parejas que se casan reciben 200 euros en el ayuntamiento. Además, desde el 1 de julio, pueden obtener créditos garantizados por el Estado para la adquisición de una primera vivienda.

Los jubilados, una categoría social olvidada en los últimos 20 años, salen de la pobreza tras los repetidos aumentos de las pensiones del objetivo electoral. Pero en Rumanía aún existen pensionistas "especiales", con ingresos de varios miles de euros: los ex magistrados, los parlamentarios, los policías, los militares, los diplomáticos o los altos cargos de la Securitate de Nicolae Ceausescu. Estos últimos han logrado imponer leyes que les conceden jubilaciones doradas de entre 1.000 y 3.000 euros al mes. El jubilado rumano más rico es un ex magistrado que cobra 8.300 euros al mes.

Este abismo en las cantidades de las jubilaciones no es el único problema actualmente. El número de contribuyentes se ha reducido en gran medida en comparación con el total de jubilados, por lo que un empleado "lleva a sus espaldas" al menos a 2 jubilados. Además, las organizaciones financieras internacionales han recomendado al país la modificación de la edad de jubilación para que en 2014 esta edad sea de 63 años para las mujeres y de 65 para los hombres, en contraposición a la edad actual de 59 años para las mujeres y 64 para los hombres. Pero ¿cómo conseguirlo cuando, según el INE, la esperanza de vida media de los rumanos es de 75 años en las mujeres y 68 en los hombres? Deberían comenzar antes, no más tarde...

Los pobres parados

Si Rumanía "gana" con diferencia a ciertos países desarrollados de la UE en lo que respecta a algunas prestaciones sociales, no se puede decir lo mismo en la ayuda a los parados. En este caso, reciben las ayudas más bajas de la UE, es decir, alrededor de 335 euros al mes de media, durante un año y tres meses, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).Un estudio realizado por el Ministerio de Trabajo explica que los subsidios de desempleo de los rumanos son mucho más bajos que las de otros ciudadanos europeos en igualdad de salario. La explicación estriba quizás en el hecho de que en Rumanía, el Estado también mima a los empresarios y a los empleados: sólo pagan un 0,5 % al Fondo rumano de desempleo…

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