La cumbre crucial de la eurozona concluyó con "un acuerdo europeo para Grecia y Europa", se felicita Kathimerini. El diario de centro-derecha considera que "Europa se encontraba contra la pared, debía enviar un mensaje contundente de solidaridad y lo ha hecho", además, añade que "el presidente francés ha sabido meter la presión necesaria para construir un muro que proteja a Europa de los ataques de los mercados".
Ta Nea también titula acerca de "un plan Marshall para Grecia". La ayuda anunciada de 158.000 millones de euros va a "ser un balón de oxígeno tanto para el país como para el Gobierno", valora el diario, advirtiendo en cualquier caso "que esto no significa que no haga falta continuar aplicando las reformas para reducir los gastos y convencer de la solvencia. Por el contrario, que el segundo plan de austeridad se reforzará con la obligación de obtener un resultado: las privatizaciones", que Europa espera que reporten 50.000 millones de euros.
"Este acuerdo da una bocanada de oxígeno", profundiza To Ethnos, pero "¿resolverá completamente el problema de la deuda griega? Al final, se aplazan los vencimientos y el miedo de contagio no desaparece".
Una cautela que Eleftherotypia manifiesta mucho más duramente: "el pueblo sometido a 30 años más de sangría". "Un acuerdo, sí, ¿pero para quién?", se cuestiona el diario de izquierdas. "La verdadera pregunta es: ¿a qué precio lo pagará un pueblo al que la austeridad ya ha dejado seco? El Gobierno va a tener que demostrar a los europeos que están machacando a unos griegos ya asfixiados por la austeridad".
"En este momento, el país se ha metido en un túnel de préstamo de 30 años", añade Eleftherotypia, para quien "el futuro es incierto en lo que respecta a la salida de Grecia de la tutela económica internacional, especialmente porque a partir de ahora las agencias de rating van a calificar la deuda griega de quiebra controlada". Y el diario se plantea: "¿Se puede hablar verdaderamente de un plan de rescate?".