Parada de autobús, en el centro de Atenas. Julio de 2011.

El milagro duró tres días

El nuevo plan de rescate acordado por la UE el 21 de julio no ha servido para calmar a las agencias de calificación. Pero, en opinión de un editorialista, para salir de esta situación los griegos deben cambiar de método y fomentar una política de desarrollo.

Publicado en 26 julio 2011 a las 15:10
Parada de autobús, en el centro de Atenas. Julio de 2011.

Se suele decir que los milagros duran tres días. Debe de ser cierto. Porque apenas tres días después del fin de la cumbre europea, las agencias de calificación nos despellejaron vivos [el 25 de julio, Moody's devaluó la calificación de Grecia a sólo un punto por encima del impago]. Podrán decirme que era de esperar. Un resultado esperado y yo añadiría que incluso indiferente. De todos modos, las decisiones de la cumbre se juzgarán a fondo y a largo plazo y no en lo que dura un fin de semana estival.

No obstante, me gustaría señalar tres aspectos. En primer lugar, las decisiones de la cumbre europea son muy claras y positivas en lo relativo a la contención de la deuda soberana y el apoyo a Grecia con la concesión de un préstamo complementario. Es un respiro, como se ha dicho.

En segundo lugar, hay que decir que los elementos son muy ambiguos en lo que respecta a la reducción de la deuda griega que, en seis meses, debería superar el 162% del PIB, un nivel impresionante. A estas alturas todo eso no está claro, pero es que tampoco se podía hacer otra cosa. Desde el momento en el que se ha elegido el proceso de "participación voluntaria" del sector privado para aligerar la deuda, nadie está en condiciones de prever cómo se expresará la generosidad voluntaria en cada caso.

En tercer lugar, los jueces últimos del esfuerzo realizado por los griegos serán (para bien o para mal) los mercados internacionales, a los que podremos pedir préstamos en 2014, según las declaraciones del ministro de Finanzas Evangelos Venizelos. Y las relaciones de interacción entre los mercados y las agencias de clasificación son de sobra conocidas en el sistema.

Recibe lo mejor del periodismo europeo en tu correo electrónico todos los jueves

Al final, la fórmula se llama desarrollo

Por lo tanto, no hay duda de que la crisis general y la inviabilidad de la deuda incrementarán en gran medida el peso de la misma. Pero ¿cómo reducir la deuda para que sea viable? Justo después de la cumbre europea, el Wall Street Journal calculó que la deuda llegaría a situarse por debajo del 100% del PIB. Su estimación es aún más importante si cabe porque este diario tiene una influencia clara en los mercados y en las agencias de calificación.

Por consiguiente, hablamos de una reducción del orden de 135.000 a 140.000 millones de euros, que no pueden proceder únicamente de la participación voluntaria del sector privado. Resulta incluso ridículo basarse en una tal teoría. ¿De dónde pueden venir entonces? Del desarrollo. Esto significa que, según la ecuación, únicamente si aumentamos el PIB podremos hacer que el peso de la deuda disminuya drásticamente.

Así pues, la fórmula sigue siendo la misma: desarrollo, desarrollo y desarrollo… no existe ni otra forma ni otra vía. Por lo tanto, espero que al final, el plan Marshall de Bruselas no se parezca a los inversores que aparecen cada verano para comprar el equipo de fútbol del PAOK Salónika y que al final se marchan sin invertir nada.

Cumbre de Bruselas

Los dirigentes europeos se lían con los millones

¿Qué es lo que se ha decidido realmente en Bruselas el 21 de julio? Para algunos dirigentes europeos presentes en la cumbre de la Eurozona, no está nada claro. "Son conscientes de haber firmado un acuerdo, pero la explicación del contenido difiere", destaca NRC Handelsblad. "No es en absoluto satisfactorio", prosigue el diario neerlandés. "*Los jefes de Estado y de Gobierno deberían informarnos sin equívocos de las cumbres en las que han participado conjuntamente*".

En Países Bajos, por ejemplo, se ha generado una gran confusión con el monto total del nuevo plan de rescate griego. Mientras que el primer ministro Mark Rutte anunció un plan de rescate por un total de 109.000 millones de euros, sus homólogos de Italia y Alemania mencionaban un total de unos 159.000 millones. Según NRC, esta diferencia se debe a la cantidad de la participación de los bancos, estimada entre 37.000 y 50.000 millones de euros y que debía añadirse a la financiación oficial de 109.000 millones.

Tags
¿Te ha gustado este artículo? Nos alegra mucho. Se encuentra disponible para todos nuestros lectores, ya que consideramos que el derecho a la información libre e independiente es esencial para la democracia. No obstante, este derecho no está garantizado para siempre, y la independencia tiene su precio. Necesitamos tu apoyo para seguir publicando nuestras noticias independientes y multilingües para todos los europeos. ¡Descubre nuestras ofertas de suscripción y sus ventajas exclusivas y hazte miembro de nuestra comunidad desde ahora!

¿Eres un medio de comunicación, una empresa o una organización? Consulta nuestros servicios editoriales y de traducción multilingüe.

Apoya el periodismo europeo independiente

La democracia europea necesita prensa independiente. Voxeurop te necesita a ti. ¡Únete a nosotros!

Sobre el mismo tema