Al sur de Europa: Syriza, partido político griego formado como tal en 2012, ganó las elecciones generales. Podemos, partido español fundado en 2014, se postula entre los favoritos para las elecciones. Movimento Cinque Stelle, partido italiano fundado en 2009, fue la formación que más votos consiguió en las últimas elecciones. Todos nuevos, todos de izquierdas.
Al norte de Europa, sin embargo: partidos de derechas, nacionalistas y euroescépticos consiguen grandes resultados. El Frente Nacional en Francia, el UKIP (Partido por la Independencia del Reino Unido), el FPÖ (Partido de la Libertad de Austria), el Perussuomalaiset (Verdaderos Finlandeses) o el Dansk Folkeparti (Partido Popular Danés en español).
Todos estos nuevos resultados son síntoma de un cambio profundo en el ámbito político, producido por el equivalente cambio social, que experimenta Europa a raíz de la Crisis Económica del 2008. En relación con esto el medio digital español El Confidencial hace notar que:
La división norte/sur en los populismos se explica porque “en las sociedades del norte, ricas, acostumbradas a tener de todo y con cierto discurso histórico de superioridad étnica, lo que se teme es perder todo ante los que nos vienen a quitar lo nuestro”, explica Jiménez [politólogo de la Universidad San Pablo CEU], y de ahí las tendencias xenófobas. En el sur, sin embargo, comparativamente más pobre, el inmigrante tiende a ser visto como un explotado más por un sistema de clases ante el que es la intervención del Estado la que ha de poner la solución al problema.
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Aunque actitudes que podrían parecer incoherentes, como la de Marine Le Pen (líder del Frente Nacional francés) expresando su apoyo a Syriza, muestran que el descontento es también otro. “Hay una fractura en Europa que pasa por que el pueblo recupere su fuerza frente al totalitarismo de la Unión Europea y de sus cómplices, los mercados financieros”, expresó la líder francesa.
Y se hace más patente cuando se observa que ambos movimientos, el Frente Nacional y Syriza, “comparten simpatía por el régimen de Vladimir Putin y critican abiertamente a la UE por su actuación en Ucrania, o cuando insisten en la necesidad de reforzar la soberanía de los Estados nación, ya sea por espolear intereses nacionalistas, como hace la derecha, o por retomar el control de sus economías, como clama la izquierda”, [opina Adrián Vázquez, del grupo pro europeo Con Copia a Europa y asesor del europarlamentario Fernando Maura].
Sur y Norte, como muestra la actualidad política – que no hace más que canalizar el pulso ciudadano –, parecen exigir a la Unión Europea un nuevo enfoque. O mayor solidaridad y colaboración entre los miembros o menos injerencias en las políticas nacionales. Aun así el interlocutor principal sigue siendo la institución europea, de la que se exige una profunda reforma que permita avanzar, ya que fuera de esta parece que la soledad política, social, económica e identitaria sería muy difícil de llevar.
Jesús Jiménez Prensa es licenciado en periodismo. Realiza prácticas en la edición en español de VoxEurop.eu entre febrero y abril de 2015
*Imagen tomada en Austria, junto a la frontera con Italia. En el letrero en alemán, escrito con spray en un muro, se lee: "República Bananera Italiana a 125 km". A 125 km al sur empieza la provincia de Trento, antes, en la provincia italiana de Bolzano, cerca del 60% de la población habla alemán. La región es denominada en alemán Südtirol.