El 29 de noviembre, la agencia de calificación Standard & Poor's degradó la nota de los Países Bajos de AAA a AA+.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, ha calificado la decisión de la agencia de “decepcionante”, indica Het Financieele Dagblad, subrayando que el tipo de interés actual sobre la deuda pública a diez años, al 2%, es todavía “histórica y extremadamente bajo”,
como signo de confianza de los mercados financieros.
Actualmente, los únicos países de la zona euro que todavía tienen una nota de triple A en las tres agencias de calificación principales (S&P, Moody's y Fitch) son Finlandia, Alemania y Luxemburgo.
Al mismo tiempo, S&P ha elevado un escalón la nota a largo plazo de Chipre de a "B-", mientras que la perspectiva "negativa" de la nota "BBB-" de España ha sido revisada al alza hasta "estable".
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