Las acciones griegas alcanzaron unas pérdidas récord esta semana, cuando la Bolsa de valores de Atenas abrió el 3 de agosto, cinco semanas después de los controles de capital impuestos por el Gobierno para evitar un derrumbe bancario y evitar un colapso financiero, en pleno enfrentamiento con los acreedores de la UE y el FMI sobre el nuevo rescate. El lunes, el índice principal de Atenas perdió un 16.2 por ciento, mientras que el índice bancario griego se redujo en 21 por ciento y tres de los cuatro prestamistas bancarios principales se acercaban a la caída máxima permitida del 30 por ciento.
La endeudada Grecia y sus acreedores tienen que llegar a un acuerdo sobre un nuevo paquete de rescate a tiempo para el 20 de agosto, cuando se deberán pagar al Banco Central Europeo 3400 millones de euros.