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“La gente ya no lee los periódicos”, “ya no sienten curiosidad por lo que sucede a su alrededor”, “Europa no interesa a nadie”… son algunos de los muchos tópicos machacones sobre los europeos y especialmente sobre los jóvenes.
Sin embargo, a principios de octubre, miles de ellos han preferido prescindir de los últimos retazos de un veranillo de San Miguel excepcional y hacer cola para encerrarse en salas más o menos oscuras (y siempre excesivamente pequeñas). Acudían para escuchar a periodistas, escritores, dibujantes y expertos hablarles de deuda, de energía, de la UE, de la primavera árabe, del PIB, de la crisis, de África, de Nicaragua, de las mujeres, de las viñetas, del periodismo, de antiglobalización, de paro… En definitiva, de todo lo que nutre a la actualidad y a los medios de comunicación.
Formaban parte de los casi 63.000 asistentes al festival de Internazionale, en Ferrara (Italia), que celebró su quinta edición, de los más de 6.000 participantes en las primeras Tribunas de la Prensa de Arcachon (Francia), organizadas por Courrier International, y de un número similar de personas que asistieron al festival de Dilema Veche en Alba Iulia (Rumanía). Tres eventos que, por casualidad, tuvieron lugar el mismo fin de semana en tres puntos distintos de Europa y que fueron organizados por dos de los cofundadores de Presseurop y uno de sussocios.
Tres eventos que han permitido establecer vínculos entre estas cabeceras y sus lectores que se identifican cada vez más como “una comunidad”, como ha escrito con este motivo Mircea Vasilescu, director del festival de Alba Iulia. Tres eventos en los cuales Europa ha estado muy presente, ya se tratase de la crisis del euro, de los medios de comunicación, de la inmigración o de la sátira, la asistencia y las preguntas del público en las mesas redondas, las revistas de prensa y otros debates acerca de estos temas suscitan un interés — y una inquietud — real. Esto supone un aliciente para los medios de comunicación y un desafío para los responsables políticos. Y cada uno de ellos deberá ser capaz de dar respuestas a la altura de estas expectativas.
