"La lucha por la supervivencia. ¿Qué más hacer?" titula Pravda dos días después de la dimisión colectiva de 1.400 médicos eslovacos para protestar contra sus condiciones salariales y la falta de dinero en un sistema de salud que, según el diario, "se hunde total y definitivamente".
El diario de Bratislava describe "el caos en los servicios sin médicos, con operaciones anuladas y pacientes angustiados" en la mayoría de los hospitales eslovacos. La situación continúa siendo crítica a pesar del estado de emergencia decretado en 16 hospitales por el Gobierno el 29 de noviembre, que obliga a los médicos que han dimitido a ir a trabajar ganando el 70% de su salario.
Eslovaquia no es el único país que se enfrenta a este problema. A principios de 2011, el Gobierno checo tendría que haber encontrado un compromiso con los 4.000 médicos reunidos en el movimiento "Gracias, nos vamos". En Hungría, el sindicato de médicos amenaza con ponerse en huelga si no obtiene una respuesta satisfactoria en relación a sus salarios de aquí al 8 de diciembre.
A pesar de todo, el 30 de noviembre, Iveta Radičová, la primera ministra eslovaca saliente, ha pedido oficialmente la ayuda de los países miembros del Grupo de Visegrado (República Checa, Hungría y Polonia). Pero esta no llega fácilmente. Hasta ahora, indica Lidové noviny, "el ejército checo solo ha podido enviar a Eslovaquia una treintena de médicos".
"¿Dónde encontrar dinero para aumentar los salarios en los hospitales públicos?", se pregunta SME. "En los hospitales, el dinero que podría ser utilizado para aumentar los salarios desaparece. Sobre el consumo abusivo de medicamentos, los servicios inútiles o la compra de aparatos demasiado caros, son los médicos los que más saben. Ellos también deberían hablar de eso", concluye el diario eslovaco.