"Dentro de la vieja Unión ha nacido una nueva concentrada alrededor de la eurozona", titula Gazeta Wyborcza después del Consejo Europeo "de la última oportunidad" de Bruselas. Para salvar el euro, los líderes de la UE acordaron profundizar en la integración fiscal de 26 miembros tras la oposición del Reino Unido.
Como resultado, escribe Jacek Pawlicki en el diario de Varsovia,
"Vamos a tener dos uniones: una unión comunitaria de la UE de 27 y una UE intergubernamental de 27 menos uno [...] No tiene sentido buscar culpables. La dura postura de Cameron, forzada por su política interna, chocó con posiciones igualmente intransigentes de Berlín y París con obstinadas llamadas al cambio del Tratado [...] Una vez iniciado, el proceso de "descomunitarización" (convertir la Unión en una mera unión de Estados) de la UE no se puede parar. Sus consecuencias tampoco se pueden predecir."
Sin embargo, argumenta Pawlicki, el nacimiento de la nueva Unión no significa necesariamente el final de la antigua. La mayoría de decisiones clave en relación al presupuesto de la UE o al mercado común todavía se harán entre 27 miembros. A pesar de ello, la nueva Unión - concentrada alrededor de Francia y Alemania - tratará en exclusiva sobre determinados asuntos, para discutirlos con los otros miembros en un segundo escalón. Esto, subraya el columnista de GW, "llevará a mayores divisiones y aislamientos - sobre todo de los británicos y posiblemente luego de otros".