La prensa alemana ya había calificado el 17 de febrero de "histórico" antes incluso de producirse el anuncio de la dimisión del presidente Christian Wulff. Debido a la presentación de una demanda para retirarle la inmunidad, solicitada por un fiscal que quiere investigarle por acusaciones de prevaricación, el jefe de Estado explicó que ya no estaba en disposición de cumplir con sus atribuciones, simplemente honoríficas.
La prensa subraya que dos años después de la dimisión de su antecesor, Horst Köhler, en mayo de 2010, Wulff es el segundo presidente con el respaldo de Angela Merkel que abandona el puesto. El Süddeutsche Zeitung plantea:
¿Se enfrenta Alemania a una crisis de Estado cuando dos presidentes dimiten en el plazo de dos años? El puesto, más allá de los partidos políticos, puede quedar desprestigiado. Angela Merkel, su coalición y el Gobierno deben ocuparse ahora de buscar a un nuevo presidente que haga honor a su país.
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