“Últimas escaramuzas a la puerta de la peluquería”, titula Ta Nea, haciendo referencia al “hair cut” [corte de pelo], el término que designa la reducción voluntaria de la deuda griega por parte de los acreedores privados. “El programa debe quedar zanjado antes del jueves por la noche. Los ‘grandes’ acreedores del país están dispuestos a realizar esta operación de haircut”, explica el diario.
Pero quienes poseen obligaciones todavía se muestran reticentes a una quita del 53,5% del valor de compra de sus bonos del Estado griegos. [...] Hasta ahora, los bancos, las aseguradoras y los fondos de pensiones ostentan alrededor de 45.000 millones de euros en bonos pero eso debería aumentar. El objetivo es alcanzar los 154.400 millones de euros. [...] El Gobierno y, más en concreto, el ministro de Finanzas Evangelos Vénselos confían en que la operación tendrá éxito. Esperan que los acreedores participen con un 75% de los 206.000 millones de euros en bonos griegos”.
Sin embargo, aLes Echos le preocupan las condiciones de este canje de deuda griega, dado que podrían no permitir evitar la quiebra del país. El diario económico francés explica que
Ante la hipótesis de una participación que abarque entre el 75 y el 90%, se abren dos posibilidades. Bien que el canje se produzca con quienes están dispuestos y que el resto esperen ser reembolsados a su debido tiempo. O bien que se activen las cláusulas de acción colectiva (CAC), que según el derecho griego obliga a los poseedores de obligaciones […] a realizar el canje. Pero a partir de ahora “la participación en el canje ya no es totalmente voluntaria, y la Unión Europea y Grecia podrían considerar que hay que revisar los parámetros de dicho canje”, aclara Jean Lemierre, consejero de los acreedores privados.