Un "ajuste histórico",considera El País, el día de la presentación por el Gobierno de Mariano Rajoy del presupuesto para 2012, y al día siguiente de la huelga general contra los recortes y la reforma laboral.
Cientos de miles de personas salieron a las calles de las ciudades españolas convocadas por los principales sindicatos, UGT y CCOO. Para el diario madrileño, el presupuesto pretende resolver "buena parte de las incógnitas de una ecuación endiablada: cómo reducir en 35.000 millones de euros [27.300 millones tras el anuncio del Gobierno] del déficit público- del 8,5% al 5,3% del PIB- en plena recesión".
Los recortes afectarán a las inversiones en todas las Administraciones: los ministerios sufrirán una reducción cercana al 17% en relación a 2011 (al menos 10.000 millones de euros), y a los funcionarios se les mantiene la congelación de sus salarios, por segundo año consecutivo.
En total, el Gobierno central reducirá su déficit en unos 17.500 millones de euros, las autonomías 15.600 millones y los ayuntamientos unos 1.000 millones. Los gastos sociales también se incluyen en las partidas: la Seguridad Social deberá ahorrar alrededor de 1.000 millones de euros.
A todo ello se añaden nuevos ingresos fiscales: la supresión de deducciones fiscales a las empresas y el aumento del IVA para ciertos bienes y servicios. Para El País, "el objetivo parece alcanzable, pero la recesión lo complica todo":
La duda es si los tijeretazos pueden haber llegado a su límite, lo que obligaría a cambios radicales en la estructura de la Administración. Además habrá que compensar el aumento del gasto en los intereses de la deuda pública. En el reparto del esfuerzo estará una de las claves