¿A qué se parecerá el tandem franco-alemán, ahora que François Hollande reemplazará a Nicolas Sarkozy al lado de Angela Merkel? A pesar de su crítica a las políticas de austeridad, el nuevo presidente francés no tardará en volver al orden, apuestan Le Figaro y Tageszeitung.
En París, el diario Le Figaro recuerda las posiciones en el inevitable pulso que se jugará entre Angela Merkel y el nuevo presidente francés:
Berlín no esconde su irritación frente a la voluntad reafirmada del equipo Hollande de renegociar el pacto fiscal, para añadir un capítulo sobre el crecimiento. Buscando tranquilizar el entorno de la canciller en este punto, los consejeros del candidato socialista habían dado a entender que se trataba de una “propuesta de campaña”
La canciller sabe que la situación de François Hollande no le proporciona un gran margen de maniobra para negociar y que “buscará imponerse cueste lo que cueste para marcarse puntos”, escribe el diario conservador. Sin embargo, no debería ceder sobre la obligación de firmar el tratado tal cual, con la posibilidad de volver a ponerlo sobre la mesa más tarde. Correspondería por tanto al nuevo presidente francés dar el primer paso firmando el pacto fiscal tal y como está. Un gesto que iría en contra de su campaña contra la austeridad en Europa.
A pesar de todo, indica Le Figaro, los dos dirigentes tienen puntos comunes: “La única buena sorpresa, cuando la canciller acoja al nuevo presidente francés en Berlín, podría ser la de un encuentro”entre dos dirigentes que cultivan sus caracteres de “normalidad y simplicidad”
Lejos de ser anecdótico, este vínculo personal es la llave de la confianza, que permite superar las divergencias entre París y Berlín. Y lograr un consenso que arrastre a Europa tras la yunta franco-alemana. Si Hollande y Merkel dan muestras de entendimiento, todo será posible
En Berlín, Tageszeitung tiene serias dudas de que François Hollande vaya demasiado lejos en la promoción de su agenda por el crecimiento. Ciertamente, indica el diario de izquierda, los tenores de Bruselas que miran de reojo el puesto de José Manuel Barroso, como Martin Schultz, el presidente del Parlamento, o Viviane Reding, la vice-presidenta de la Comisión, se han apresurado a “halagar al nuevo hombre fuerte en París” haciendo un llamamiento para un pacto por el crecimiento. Pero…
En el fondo, se trata del clásico compromiso de Bruselas: se tiende la mano al nuevo entre los Veintisiete para, a continuación, camelarlo. Para Bruselas, un pacto de crecimiento totalmente tiene mucho encanto, ya que dejaría intacto el pacto fiscal de la canciller Angela Merkel. Probablemente, tampoco asustaría a los mercados. Así, todo el mundo estaría satisfecho: Merkel y Hollande, los ciudadanos y los mercados. El eurodiputado Elmar Brok (CDU) resume la opinión de un buen número de políticos europeos: ‘en junio, a más tardar, Hollande habrá cedido”
El liderazgo alemán no está en posición por tanto de difuminarse, y apoyado en los mercados, el discurso neoliberal en Bruselas y Berlín resiste, afirma TAZ. Si se añade la crisis griega
la cumbre de la UE en junio podría convertirse desde luego en una cumbre sobre Grecia y afianzar más la relación entre Merkel y Hollande. En cuanto a la cuestión de saber lo que quedará de la agenda socialista, solo el cielo lo sabe…