“La creación de un vínculo especial entre Alemania y China supone tanto una oportunidad como un peligro para Europa”, afirma unestudio recientemente publicado por el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. “En lugar de sobre la diplomacia, esta relación se asienta sobre una relación comercial”, señala Le Monde, que cita a la economista Françoise Lemoine, experta en China:
"En 2010 y en 2011, la mitad de todo lo que importó China desde la Unión Europea provino de Alemania, mientras que en 2000 esta proporción era del 39%". Según ella, este refuerzo del peso de Alemania como socio principal de China también ha colaborado en el aumento del comercio europeo en el gigante asiático. "Si Europa no ha perdido su cuota de mercado en China en estos últimos años, al contrario que Japón o Estados Unidos, se debe esencialmente a Alemania. Por otra parte, uno de los pocos países europeos con excedente comercial en China", subraya el estudio. Ante el ímpetu de las relaciones comerciales entre Pekín y Berlín, a la Unión Europea no le queda otra alternativa que la de respetar a este nuevo socio económico.
Pero esta relación privilegiada puede perjudicar a la que se crea entre China y la UE puesto que es, ante todo, bilateral. “Los chinos quieren que la economía de Europa se recupere gracias a la afirmación de la autoridad alemana”, explica Le Temps.
El diario de Ginebra retoma laconclusióndel estudio y advierte de que
El único equilibrio posible pasa por la UE. Pero tiene que desarrollarse una asociación estratégica entre la UE y China para convencer a los alemanes de que sigan comportándose como buenos europeos en esta materia.