"¿Sirvió de algo la cumbre europea [del 28 y 29 de junio]?", se pregunta el editorialista de El País Joaquín Estefanía, mientras los ministros de Economía del Eurogrupo se reúnen en Bruselas para discutir los términos de la ayuda a la banca española:
De la cumbre europea de hace 10 días se salió con una cierta convicción de avances hacia más Europa, un etéreo programa sobre el crecimiento de la zona y un acuerdo sobre la recapitalización de la banca española sin necesidad de que esta cargase más los desequilibrios de las cuentas públicas. [...] [Pero] nada de ello está claro a la luz de lo sucedido desde entonces.
Aunque el Banco Central Europeo (BCE) decidió bajar el tipo de interés director a 0,75% el pasado 5 de julio, no procedió, contrariamente a lo que se esperaba, a hacer compras masivas de deuda de los países en dificultades, "lo que se concretó inmediatamente en nuevos ataques a la deuda de España e Italia, en unos niveles insoportables para poder seguir financiándose", añade el editorialista. El 9 de julio, el tipo de interés a 10 años ha llegado a 7% para las obligaciones españolas y a más de 6% para las italianas.
Estefanía lamenta que, un mes después de que los ministros hayan acordado un crédito de hasta 100.000 millones de euros para recapitalizar los bancos españoles,
nada se ha firmado: ni la cantidad, ni el tipo de interés o el plazo, ni la condicionalidad del préstamo. Ahora se cree que el Consejo Europeo aceptó el rescate bancario a cambio de retrasarlo: será efectivo cuando el BCE asuma su papel de supervisor bancario de la eurozona y ello no será posible hasta bien avanzado 2013 o incluso en 2014.