Wesley Clark, el antiguo comandante de las fuerzas de la OTAN en Europa de 1997 a 2000, es desde el pasado mayo consejero del primer ministro rumano para cuestiones de estrategia y de seguridad nacional, revela la edición rumana de Foreign Policy. “¿Por qué necesita el Gobierno de Ponta un consejero así?", plantea la revista mensual: "Tanto más porque tener consejeros en Gobiernos de otros Estados maduros y responsables no es una práctica habitual, ni para Estados Unidos ni para cualquier otro gran Estado".
Las autoridades rumanas conocen al general Clark porque Bucarest participó en las operaciones de la OTAN que este dirigió en Kosovo y en Serbia en 1999. Para Foreign Policy, que se acerque a Victor Ponta demuestra que Estados Unidos, que hasta el momento había “mimado” al presidente Traian Basescu y a su Gobierno de derecha, aboga a partir de ahora por un Gobierno de centro-izquierda con poder:
Los estadounidenses necesitan tanto un Gobierno que se muestre favorable a que Chevron explote gas de esquisto [cuya concesión estaba aprobada y posteriormente, la pasada primavera, la presión pública obligó a retirar], como un ejecutivo dispuesto a comprar sus aviones F-16. (…) Clark ya es un miembro de un lobby, cabe esperar que haga todo lo posible para contrapesar la creciente influencia de Alemania y de la UE en la región, peligrosamente vinculada a la de los rusos.