En las próximas décadas, el mar Báltico podría convertirse en un lago de agua dulce y en una atracción turística para los europeos, escribe Newsweek Polska. ¿Por qué? Porque cada vez es menos profundo y menos salado debido al calentamiento global y a las corrientes insuficientes procedentes del mar del Norte. Según un pronóstico científico, la salinidad del mar Báltico, que en la actualidad ronda el siete por ciento, caerá al cinco por ciento en los próximos años. Mientras que el aumento de la temperatura del agua y el descenso de la concentración salina pueden convertir al Báltico en un lugar más atractivo desde el punto de vista turístico, la consecuente reducción en los niveles de oxígeno llevaría a la extinción de gran parte de la vida marina, incluido el bacalao báltico. Hay un escenario más pesimista si cabe, advierte el semanario polaco- el Báltico se convertirá en un pantano tóxico y lleno de algas que crecerán sobre vastas cantidades de fertilizantes vertidas al mar cada año. Si no se hace nada al respecto, el Báltico "acabará siendo una ciénaga poco profunda y luego desaparecerá para siempre".
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