“Permítannos presentarles a Gerard II”, ironiza el Financial Times Deutschland. Para el diario económico alemán, el anuncio por parte del presidente francés de un plan de austeridad y de reformas sociales de aquí a 2014 recuerda a la "Agenda 2010", lanzado en 2004 por el excanciller alemán Gerhard Schröder. “Hollande aspira a ser Schröder”, resume el diario en portada.
En París, Les Echos estima que la comparación es demasiado indulgente con el presidente francés:
Se trata de una amable aproximación comparar la agenda 2014 improvisada por el presidente francés con la Agenda 2010 que el excanciller Gerard Schröeder puso en marcha - ¡y con qué éxito!- [...] Lanzada en 2003 con un 3,7% de déficit público, la Agenda 2010 participaba de una estrategia meditada de crecimiento a largo plazo. Tipicamente alemana, se centró, para superar los choques aunque fueran coyunturales, en la reforma de las estructuras de la economía y de la sociedad [...] No era la austeridad por la austeridad, sino la austeridad para la competitividad. Nada de ello hay en el discurso de François Hollande.
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El Frankfurter Allgemeine Zeitung, dando la bienvenida a un “presidente que calma”, subraya el fin de la excepción francesa:
Es urgente que el presidente explique a sus compatriotas por qué Francia no puede ser una excepción en la zona euro y por qué debe adaptarse a reglas presupuestarias estrictas. No es suficiente tomar prestada la palabra "agenda" del excanciller Schröeder para convertirse en un reformador socialdemócrata. Hasta ahora, Hollande recordaba a Clemenceau cuando se burlaba de "Francia, un país extremadamente fértil: se plantan funcionarios y por todas partes crecen los impuestos".
El Financial Times Deutschland recuerdaque la palabra "agenda" implica más que un plan de reformas, y que exige cierta valentía política: "Hollande [debe]- como el canciller en su época- lanzarse aunque sea al precio de que se enfaden sus electores".
Le Monde, por su parte, llama la atención sobre este coraje indispensable para todo el que pretenda reformar: :
Schröder impuso a su país medidas impopulares. Se expuso personalmente y pagó el precio político por ello. Tres años después del lanzamiento de su "Agenda", fue castigado por las urnas [que favorecieron a Angela Merkel].
El diario francés concluye con una advertencia::
La recuperación de la competitividad francesa pasa por profundas reformas. [François Hollande] las ha esbozado. Le corresponde clarificarlas y ponerlas en marcha. Con firmeza. Y no todos pueden ser Schröeder.