“El VVD gana las elecciones, Balkenende abandona la política”: de esta manera resume el Volkskrant los comicios legislativos del 9 de junio. Así es, los liberales conservadores liderados por Mark Rutte han logrado un escaño más que los laboristas del PdvA de Job Cohen, mientras que los democristianos (CDA) del primer ministro saliente, Jan Peter Balkenende, han sido testigos de cómo su presencia se reducía prácticamente a la mitad. Ahora, apunta el diario hermano Trouw, su salida tras ocho años al frente del poder es “una tragedia personal, pero, no por ello, ineludible”. El otro resultado que ha marcado el escrutinio ha sido la escalada del partido islamófobo y populista de Geert Wilders (PVV), que casi ha triplicado sus escaños y desbanca al CDA: “Parece ser que muchos electores que se habían pronunciado a favor del VVD en los sondeos se han decantado por otra opción en las urnas. Como gran vencedor, los partidos del establishment deberán tomarse en serio al PVV. En especial, porque Wilders desea asumir responsabilidades de gobierno”, considera el Volkskrant. Sus aspiraciones podrían verse truncadas ya que, tal y como apunta el diario, una coalición “púrpura” entre el VVD, el PvdA, los Verdes de GroenLinks y los liberales de izquierda del D66 “parece el escenario más probable”.
Live | IA, medios de comunicación y democracia: ¿una ecuación imposible?
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