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Este 17 de junio, los Veintisiete, reunidos en Bruselas en el Consejo Europeo, debían dar luz verde a la apertura de las negociaciones para la adhesiónde Islandia. Sin embargo, observa Le Figaro, “mientras que para los europeos el apoyo en favor de Reykjavik es sólido, en Islandia la UE está lejos de llegar a la unanimidad”. En el punto álgido de la crisis que ha puesto de rodillas a su economía, a finales de 2008, los islandeses veían en la UE una vía de salvación. Pero hoy, según escribe el diario parisino, “mientras que el contencioso con Londres y La Hayaen torno al banco Icesave sigue sin resolverse, los islandeses se muestran muy reacios a la UE: más del 60% votaría contra una eventual adhesión. “Peor”, añade Le Figaro, “según una reciente encuesta, ¡el 57% de los islandeses reclaman firmemente retirar la candidatura a la UE! Un grupo de diputados de varios partidos acaba de presentar una moción contraria en este sentido en el Parlamento. Para dos tercios de la población de aquel país escandinavo, los 990 millones de coronas (6.2 millones de euros) invertidas en el proceso de adhesión serían más útiles si se dedicaran a cualquier otra finalidad…”
