“De vuelta al círculo vicioso”, así muestra su preocupación el Süddeutsche Zeitung que explica que existe una nueva coalición en Europa del Norte que quiere impedir que se otorguen ayudas directas a los bancos de la zona euro, una medida que los jefes de Estado y de Gobierno acordaron tras muchos esfuerzos el pasado 28 de junio en Bruselas. El 25 de septiembre, según informa el diario, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble
ejecutó el vuelco más dramático de la política de rescate del euro. En una declaración conjunta con sus homólogos finlandés y holandés [Jutta Urpilainen y Jan Kees de Jager] puso los punto sobre las íes: Quien hubiese creído, o esperado, que los bancos españoles con dificultades financieras iban a poder beneficiarse el año que viene de ayudas directas por parte del fondo de rescate del euro, del MEDE [Mecanismo Europeo de Estabilidad], sin pasar por el Gobierno de Madrid, puede abandonar toda esperanza. Todas las cargas heredadas del pasado deberán asumirlas los Gobiernos nacionales. Lo que a primera vista parece una buena nueva para los ciudadanos europeos y, sobre todo, para los alemanes, pues da a entender que no se paga por los errores de otros, significa simplemente que los ministros tratan de corregir, si no puede considerarse como confiscar, un trazo de pluma, una decisión de sus jefes. [...] España deberá apañarse por sí misma, al menos si los ministros del Norte imponen este nuevo viraje en la próxima reunión de los 17 ministros de Finanzas el 8 de octubre. Y parece que van bien encaminados, puesto que Alemania, Países Bajos y Finlandia son de los países que contribuyen con más fondos.