The Daily Telegraph publica que el Gobierno de Estados Unidos está cada vez más preocupado por la deriva que se produce en Gran Bretaña, ante el creciente sentimiento en contra de la UE y de apoyo al Partido por la Independencia de Reino Unido (Ukip). En un contexto en el que el primer ministro conservador, David Cameron, declara que es "imaginable" una Gran Bretaña fuera de Europa y mientras su Gobierno prosigue con el plan de convocar un referéndum sobre la pertenencia de Reino Unido a la UE, a la administración Obama le preocupa que los británicos abandonen las instituciones comunitarias, puesto que “también se reduciría la influencia estadounidense en el continente”.
Históricamente, Washington ha depositado su confianza en Londres para respaldar sus planteamientos, especialmente en el capítulo de política exterior y de libre comercio, este último un ámbito en el que el apoyo británico es crucial para evitar un “giro hacia el proteccionismo” en la UE. Reino Unido se convertiría en un aliado mucho más débil si su papel en Europa se limitase a formar parte del mercado único. Según recoge The Daily Telegraph, un funcionario de alto rango de Estados Unidos declaró:
Es importante dejar bien claro que un Reino Unido fuerte dentro de una Europa fuerte revierte en favor de los intereses estadounidenses. Valoramos los intereses nacionales, pero consideramos que la UE es una fuerza multiplicadora.
El partido euroescéptico Ukip no ha recibido bien las noticias sobre la presión que Estados Unidos ejercerá para que Gran Bretaña se mantenga dentro de la UE. Así lo recalcó su portavoz de Asuntos Exteriores, William Dartmouth: "No es labor de Reino Unido hacer que el trabajo de los diplomáticos estadounidenses sea más fácil. Debemos encargarnos de defender nuestros propios intereses".