El 11 de febrero, la vuelta a las clases en la universidad ha estado marcado por manifestaciones de estudiantes que ocuparon varias universidades. Protestaban contra el proyecto del Gobierno de enmendar la Constitución para obligar a los antiguos becarios a quedarse en Hungría tras sus estudios, o de lo contrario reembolsar al Estado las becas.
El mismo día, varios miles de personas se manifestaron ante el Parlamento, en Budapest, con ocasión del reinicio del curso parlamentario. Piden la revisión del código laboral que impone a los parados y a los inactivos que realicen trabajos de interés general, en condiciones a veces muy duras y degradantes.