El entusiasmo con que se acogió el anuncio de que Estados Unidos iba a entablar negociaciones con la UE para establecer una zona de libre comercio "ha perdido intensidad", afirma Mohamed A. El-Erian en un análisis publicado por Les Echos, cinco semanas después del discurso sobre el estado de la Unión de de Barack Obama.
“Hay demasiados obstáculos contra este proyecto”, señala el financiero estadounidense, que procede a enumerar tres. El primero se debe al modesto potencial económico modesto de la propuesta:
Los acuerdos de libre comercio que prometen tener los beneficios más grandes son aquellos que unen economías caracterizadas por aranceles altos, bajos niveles de comercio y poca coincidencia en los patrones de producción y consumo. Este no es el caso de la UE y de los Estados Unidos.
La segunda razón de un probable fracaso se debe al ambiente que impera entra la UE y los Estados Unidos en este momento:
un aparente y constante flujo de tensiones políticas a corto plazo que han dificultado mucho a Europa y los Estados Unidos enfocarse durante largo tiempo en cualquier iniciativa estructural. En Europa, las discusiones se vieron socavadas por los resultados de las elecciones italianas […] En los Estados Unidos, la interrupción tomó la forma de otro mini-drama fiscal.
Recibe lo mejor del periodismo europeo en tu correo electrónico todos los jueves
Una tercera razón se debe a:
el pobre estado del diálogo global político, pese a todas las discusiones optimistas acerca de los desafíos mundiales y responsabilidades compartidas. La reunión del G-20 del mes pasado resultó ser otra cumbre cara, sin suficiente sustancia y seguimiento. En lugar de ser un catalizador de la coordinación política constructiva ha fomentado sin querer la autocomplacencia.