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"Por mucho que lo intentes, las máquinas expendedoras no aceptan el nuevo billete de 5 euros que se introdujo el 2 de mayo”, revela La Repubblica. Los reporteros del diario italiano trataron de utilizar el nuevo billete de la “serie Europa” en máquinas para comprar entradas, bienes de consumo y otros productos en diez ciudades italianas y descubrieron que en la gran mayoría de los casos no era posible porque el aparato consideraba que era dinero falso.
Según explica La Repubblica, los nuevos billetes difieren de los anteriores no solo en la apariencia, sino también en una banda de lectura óptica. Como consecuencia, más de 100.000 máquinas expendedoras de Italia tendrán que actualizar el programa informático que las hace funcionar y los propietarios tendrán que afrontar un coste de entre 100 y 500 euros por cada una de ellas. Sin embargo, como mucho de los modelos estaban ya obsoletos serán sustituidos por máquinas nuevas, lo que supone unos 6.000 euros por cada una.
Para empeorar aún más las cosas, el presidente de la asociación de minoristas de tabaco declaró al diario que:
los nuevos billetes no se imprimen en una única fábrica, por lo que la actualización [de las máquinas] se retrasará para evitar que las pequeñas diferencias que pudiera haber no hagan que, a pesar de todo, sigan siendo ilegibles por los aparatos. Y cuando se introduzcan nuevos billetes de 10 y 20 euros habrá que empezar de nuevo todo este proceso.
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Pero el caos que puede crearse con los billetes es mínimo si se compara con lo que ocurriría si la remodelación se ampliase a las monedas, según añade el presidente:
Dos millones y medio de máquinas funcionan únicamente con monedas. Si se cambiasen, eso constituiría un completo desastre.
