El 1 de julio, los precios de la electricidad en Varsovia y en el norte de Polonia bajarán un 4%, con objeto de animar el consumo, pues la ralentización de la economía ha disminuido la demanda. "Es el momento, puesto que los precios como proporción de los ingresos disponibles de los hogares son de los mayores de la UE", escribe Gazeta Wyborcza.
Los chipriotas gastan la mayor proporción de los ingresos de sus hogares en la compra de electricidad, seguidos en segunda posición por Polonia y Alemania, según un informe de Eurostat para toda la UE.
"La desproporción se debe principalmente al hecho de que Polonia es uno de los países más pobres de la UE", indica el diario, subrayando que los precios nominales en Polonia todavía son inferiores a la media de la UE.