“Italia paga a los inmigrantes para irse a Alemania”, titula Linkiesta citando una acusación que lanza la oficina de inmigración de Hamburgo. Las autoridades de esta ciudad alemana declaran que han arrestado a unos 300 inmigrantes africanos con permisos temporales caducados que fueron expedidos en Italia y exigen que sean devueltos a ese país. Los detenidos aseguran que funcionarios italianos les dijeron explícitamente que fuesen a Alemania, destino que escoge la mayoría de los inmigrantes que llegan a la UE a través de la Bota, y, si aceptaban, se les entregaban 500 euros.
Según publica la web de noticias alemana, las autoridades italianas han admitido tácitamente su responsabilidad y están dispuestas a hacerse cargo de los inmigrantes. Muchos de ellos fueron acogidos como refugiados, porque huyeron de la guerra civil en Libia en 2011 y por los ataques xenófobos que se desencadenaron tras el fallecimiento de Muamar el Gadafi. El problema es que son ciudadanos de “países considerados democráticos, como Ghana, Togo y Nigeria”, escribe La Repubblica, por lo tanto, en Alemania no pueden optar al asilo que se otorga a quienes huyen de la violencia.
Este asunto, que parece que responde a la necesidad de cerrar centros de detención en Italia, se descubrió hace meses y atañe a un gran número de inmigrantes en toda Alemania, escribe La Repubblica, que añade que:
Ahora que se acercan las elecciones federales de Alemania, resulta fácil imaginar que debatirlo en público puede ser útil.