Como había anunciado a principios de mayo, la Comisión Europea concede dos años más a Francia para reconducir su déficit público por debajo del 3% del PIB, a condición de que París lleve a cabo profundas reformas para reducir los gastos públicos y relanzar la competitividad.
La limpieza de las finanzas públicas y la reducción de los costes laborales están en el núcleo del "mensaje de exigencia" enviado por la Comisión a París, según las palabras de José Manuel Barroso.
En su editorial, Le Figaro se rebela :
Aunque estemos habituados a todo, hay espectáculos que desconciertan. Y ver a Francia al lado de España, de Polonia y de Eslovenia en el banco de los acusados de Europa, haciéndose dictar una lista de reformas para cumplir, no es el menor de ellos.