Pintar swastikas en las paredes de los edificios no supone incitación al fascismo sino simplemente un símbolo de buena suerte, según los fiscales de Bialystok (este de Polonia).
Los fiscales se han negado a iniciar una investigación sobre las marcas impresas en un transformador eléctrico, a pesar de numerosas quejas, y en su lugar han argumentado que una swastika "es un símbolo de buena suerte y de prosperidad", escribe Gazeta Wyborcza, que irónicamente sugiere que las swastikas deben haber sido pintadas por hindúes, para los que dichos signos traen buena suerte.
El fiscal general Andrzej Seremet ya ha mostrado su rechazo hacia la "escandalosa" decisión tomada en Bialystok, una ciudad que se ha dado a conocer por una reciente serie de incidentes de carácter racista y neofascista. Según el código penal polaco, los responsables de la propagación del fascismo o de otros sistemas totalitarias se enfrentan a multas, restricciones de la libertad y hasta dos años de prisión.