durante su visita a Varsovia el 27 de junio, Sviatoslav Shevchuk, cabeza de la iglesia católica de rito griego ucraniana, pidió perdón para "cada familia polaca que perdió a los suyos a manos de mis compatriotas", en las masacres de 1943 en Volhynia y en Galitcia del este, informa Gazeta Wyborcza.
La masacre de Volhynia ha sido un obstáculo en las relaciones entre Kiev y Varsovia desde la caída del comunismo. Se estima en 100.000 los polacos asesinados en limpieza étnica por el Ejército Insurgente de Ucrania (UPA) entre marzo de 1943 y finales de 1944 durante la ocupación nazi de Polonia. La venganza polaca se cobró la vida de casi 20.000 ucranianos.
El arzobispo polaco Józef Michalik dijo que las declaraciones de Shevchuk son “un signo de profundo y valiente patriotismo, libre de nacionalismo o pensamiento arcaico".